Se muda a iglesia evitando deportación

Mientras el Presidente Obama podría anunciar muy pronto cambios en el tema de inmigración, una mujer hondureña que enfrenta la deportación, se refugió con su familia en una iglesia de Filadelfia.

Ángela Navarro, de 28 años, entró públicamente el martes al Ministerio de West Kensington, una iglesia en Norris Square. La mujer, que se mudó con su esposo y dos hijos, de 8 y 11 años, dijo que no abandonará la iglesia hasta que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), cancele su deportación, que lleva en efecto durante una década.

Navarro dijo que tenía 16 años y estaba embarazada, cuando ella y el padre de sus hijos cruzaron la frontera mexicana ilegalmente hasta Texas. Entonces, fue arrestada y enviada a vivir con sus padres en Filadelfia.

Navarro dijo que sus padres tenían permiso para vivir en los Estados Unidos, bajo el Temporary Protected Status (TPS), luego de que un huracán devastó Honduras en 1998. El TPS permite a inmigrantes permanecer en los Estados Unidos temporeramente, si no les es posible regresar a sus países de origen de modo seguro, debido a conflictos armados, desastres ambientales y otros asuntos.

Navarro dijo que inicialmente estuvo de acuerdo con irse voluntariamente. Pero, cuando no se marchó luego de los 120 días que tenía para hacerlo, recibió una orden formal de deportación. Navarro continuó viviendo en los Estados Unidos, y trabajó como cocinera. Nunca pudo legalizar su estatus, debido a la orden final de deportación. Tanto sus hijos y su esposo, con quien se casó la semana pasada, son ciudadanos estadounidenses.

La mujer vive actualmente en la iglesia, donde voluntarios y miembros del movimiento Nuevo Santuario de Filadelfia, una organización que lucha por los derechos de los inmigrantes, la ayudaron a mudarse.

Navarro tiene intenciones de quedarse en el templo mientras lo necesite, aunque no hay leyes que impiden que oficiales de ICE entren a la iglesia.

“ICE puede entrar al edificio si así lo desea. Pero es de público conocimiento, es una tradición, que una iglesia es un lugar de santuario, de refugio, donde normalmente no entrarían, y no lo han hecho hasta ahora. Sin embargo, tienen el derecho a hacerlo”, dijo el Reverendo Adam Mairena.

Navarro es la novena inmigrante en los Estados Unidos con una orden final de deportación en entrar a una iglesia como refugio, y la primera en la costa este del país.

El Presidente Barack Obama anunció recientemente que daría a conocer una serie de acciones ejecutivas sobre inmigración, que podrían proteger a inmigrantes viviendo ilegalmente en los Estados Unidos, de una deportación. Esas acciones podrían entrar en efecto tan pronto como esta semana. Navarro, sin embargo, no está segura de si los posibles cambios en la política sobre inmigración la impactarían.

“Soy la madre de dos ciudadanos estadounidenses, la esposa de un ciudadano estadounidense, una líder en mi iglesia y una trabajadora. Estoy cansada de vivir con miedo constante de que seré deportada en cualquier momento. Estoy batallando para terminar mi deportación y para que el Presidente Obama cumpla su promesa de terminar con todas las deportaciones”, concluyó.

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