El alcalde Jim Kenney defendió el estatus santuario de Filadelfia durante una mesa redonda con la prensa celebrada el martes en City Hall.
El funcionario estableció que se rige por parámetros legales y de ninguna manera su administración violenta los procesos migratorios.
Dijo además que ve difícil que retiren fondos federales, por el estatus santuario, debido a que “muchas de las cosas que se dicen en el gobierno no son legales y probablemente sean vistas en corte. Si por casualidad perdemos fondos, estamos listos para luchar en corte”.
Kenney fue más allá al mencionar que en Filadelfia “no se está dejando en libertad a todo mundo” como presume la administración presidencial. “Estamos siguiendo unos parámetros legales para lidiar con inmigrantes indocumentados, pero existen formas de procesar a las personas. Los que cuentan con una orden criminal es otra cosa”.
Estas aseveraciones fueron como preámbulo a una explicación detallada del presupuesto que propondrá para los próximos cinco años.
La activista pro inmigrantes Erika Almirón aseguró que cree en el apoyo de Kenney “a nuestra comunidad”, pero está pendiente a las nuevas medidas de las autoridades migratorias para llegar a los inmigrantes. “Tenemos reportes de que inmigración ha ampliado su manera de detención. Han entrado hasta las cortes para detener a la gente”, sostuvo la directora de Juntos.
El Alcalde agregó que “si es que toman a alguien en custodia y creen que tienen el derecho de hacerlo, lo van a hacer”. Sin embargo explicó que su oficina no ha recibido alertas sobre redadas masivas en la zona.
