La comunidad médica de Filadelfia, en especial la que trabaja con los hispanos, apoya el impuesto de tres centavos a las bebidas azucaradas propuesto por el alcalde Jim Kenney debido a la alta incidencia de diabetes.
Doctores, enfermeras y técnicos se reunieron en la Clínica Puentes de Salud el martes para exponer su punto ante el mentado impuesto dirigido a restablecer el sistema de educación preescolar, remodelar parques y centros comunales.
Pese a que directamente los fondos no estarán destinados a la salud el galeno Rafael Collazo explicó que el alto consumo de azúcar podría resultar en serios problemas.
“Un diabético se corta una uña mal, se comparte la chancleta con una vecina, se fue a pintar las uñas al salón donde no cambian bien el agua redundan en cosas del diario vivir que podrían causar la amputación”, destacó Collazo.
De acuerdo con los expertos una gaseosa regular tiene 200 gramos de azúcar lo que equivale a 58 paquetitos de endulzante.
El portavoz de la coalición en contra del impuesto, Larry Miller, aseguró que “la salud no depende del consumo de un solo producto, sino del estilo de vida”.
