Christopher Sowell estaba en casa con sus hijos cuando de repente se paró y, con la mirada errática, comenzó a apuñalar a su familia en la residencia de Cobbs Creek, en Filadelfia, la noche del miércoles, según dijo el jueves el comisario de la Policía de la ciudad.
El hombre de 32 años hirió de gravedad a cinco personas, incluyendo a sus hijos, antes de terminar abatido a tiros por la Policía.
Su hija de 12 años dijo a los agentes que su padre la comenzó a asfixiar justo antes de las 7:00 p.m. del miércoles en el interior de su su casa que ubica en el 6200 en Hazel Avenue.
"De repente, sus ojos estaban muy abiertos y él comenzó a ahogarla sin ninguna razón en lo absoluto", relató a nuestra cadena hermana NBC10 el Comisionado de la Policía de Filadelfia, Richard Ross.
Sowell luego cogió una navaja y apuñaló a su hijo de ocho años y a un amigo de 13, ocasionándole varias heridas en el cuello y el pecho, dijo la Policía.
Los niños fueron trasladados al Children's Hospital de Filadelfia, donde permanecen en estado crítico. Los detectives están trabajando reconstruir lo que llevó Sowell para llevar a cabo las puñaladas y agresiones. Su hija dijo a la Policía que parecía que estaba bajo los efectos de narcóticos.
Según se detalla en el informe de los hechos, Sowell luego se dirigió a la casa de un vecino donde pidió comida y, una vez más, se volvió violento, pues agarró un cuchillo de carne y cortó la garganta de una mujer de 70 años que vivía en la residencia.
EEUU
También cayó a puños en la cara a una mujer de 41 años que estaba en el hogar, se dijo.
La dama de 70 años fue llevada al Penn Presbyterian Medical Center, donde permanece en estado crítico. La otra mujer fue llevada al Mercy Hospital en condición estable.
Agentes de la Policía rodearon el área después de una llamada inicial en busca de ayuda y encontraron a Sowell en la calle frente a la casa de la mujer. Seis agentes abrieron fuego contra él después de que sacó lo que creyeron que era una pistola de su bolsillo, según las autoridades.
Sowell fue llevado al Penn Presbyterian Medical Center, pero murió poco tiempo después.
Solo se halló un teléfono celular en el cuerpo del hombre y los cuchillos que la Policía cree que se utilizaron para los ataques fueron encontrados en los hogares donde las agresiones tuvieron lugar, según las autoridades.
