Vuelve a la vida: recibe rehabilitación tras sobredosis

El individuo forma parte de unas 14 personas que enfrentaron una sobredosis en Candem.

Hace casi una semana, Michael Corsello, de 27 años, salió del hospital después de casi morir por una sobredosis de heroína.

"Mis manos estaban atadas", dijo Corsello en aquel momento a nuestra cadena hermana NBC10, al describir las horas que pasó en la sala de emergencias. "Dijeron que me estaba volviendo loco. Me estaba golpeando en la cara. Dijeron que estaba gritando a todo pulmón".

Corsello, padre de tres hijos, fue una de las 14 personas que enfrentaron una sobredosis de heroína con fentanilo en un período de cuatro horas en Camden, Nueva Jersey, el pasado 11 de octubre. Mientras estaba en el hospital, tenía heroína en sus manos y dijo que planeaba usarla tan pronto como saliera de allí. Ese día, también compartió un mensaje.

"Tengo partes calvas en mi cabeza", dijo. "Tengo que usar un mohawk para el resto de mi vida, tengo cicatrices en todo el cuerpo por causa de esta droga, quiero que cada niño entienda, que tienen que mantenerse alejados de esto, he arruinado a tres familias”.

El martes, Corsello volvió a hablar con NBC10, y admitió que no había estado presente para sus tres hijos y que usó heroína después de salir del hospital.

"Utilicé el resto del fin de semana", dijo Corsello.

Lo que no sabía Corsello es que sus palabras tendrían un impacto, pues los fundadores de Liberation Way Rehabilitation, en Bala Cynwyd, Pensilvania, vieron el reportaje y se pusieron en acción.

“Pensamos: ¿Cómo lo encontramos? Vamos a darle una oportunidad '", dijo el director de red, Michael Armstrong.

Los miembros del personal del centro de rehabilitación de alcohol y drogas pasaron varios días intentando localizar a Corsello. Finalmente lo encontraron en la casa de su tía en Gloucester City, Nueva Jersey, donde había caminado durante una hora desde Camden para pedir una ducha. Ahora, menos de una semana después de una sobredosis casi fatal, ha aceptado recuperarse.

"La única promesa que tengo ahora mismo es que voy a estar abierto a sugerencias y a luchar", dijo.

El martes marcó el día uno de una desintoxicación de 14 días para Corsello.

"Un individuo que pasa por nuestro programa pasa por etapas como gatear, caminar y luego correr", dijo Armstrong.

A Corsello se le ofreció un viaje gratis a un centro de rehabilitación de Fort Washington, donde la fase dos será terapia hospitalaria.

Corsello admite que le tiene miedo la batalla a la que se enfrenta, pero también es optimista.

“Estoy aterrado", dijo. "Pero tengo más miedo de mi pasado. Solo tengo esperanza porque me siento bien en este momento. Por fin me siento emocionado de lo que me pueda traer el mañana".

A medida que la nación continúa lidiando con la devastadora epidemia de opiáceos, Armstrong cree que una historia de éxito puede recorrer un largo camino.

Corsello sabe que su oportunidad no tendrá sentido si no pone el esfuerzo.

"Lo único bueno de la adicción es vencerlo", dijo.

La proliferación de opiáceos continúa reclamando más vidas en todo el país que accidentes automovilísticos y homicidios. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que 142 personas mueren cada día por sobredosis de drogas. La mitad de las muertes están relacionadas con los opiáceos.

El presidente Donald Trump declaró la epidemia de opiáceos una emergencia nacional en agosto a instancias de la comisión presidencial de opiáceos. La comisión está dirigida por el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien centró sus últimos meses en el cargo en la lucha contra la epidemia de opiáceos.

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