Decenas de activistas pro inmigrantes indocumentados llevaron a cabo una manifestación en contra de las operaciones en el Centro de Detención de Berks County que continua abierto pese a que no cuenta con licencia.
La protesta tuvo lugar en Filadelfia y luego se trasladó a Reading para idear un plan con relación a las familias que se encuentran detenidas en la institución.
Los activistas pudieron grabar en las cámaras de sus teléfonos celulares como hombres, mujeres y niños solicitaban su liberación a través de los protones del centro que se supone cesara operaciones, pero sigue trabajando.
Erika Almirón, portavoz de Juntos, dijo que “esta mañana el mismo grupo de activistas llegó a la sede de la agencia de control de inmigración y aduanas en Filadelfia, para entregar una carta, exigió una orden de emergencia para liberar a las familias en Berks".
Agregó que "sabemos que el centro está disputando la revocación de su licencia y apelando la decisión y ese proceso legal que podría tomar varios meses”.
La mayor preocupación de los activistas es que las familias inmigrantes permanezcan tras las rejas durante el proceso de apelación.