Un oficial estatal de Pensilvania enfrenta cargos federales en relación a los disturbios ocurridos el seis de enero en el Capitolio federal inspirados por seguidores del ex presidente Donald Trump.
Se informó que Joseph Fischer, de North Cornwall Township, fue acusado de obstrucción a la aplicación de la ley durante disturbios civiles, entrada a un edificio restringido, entrada violenta y conducta desordenada en los terrenos del Capitolio y obstrucción de la justicia.
Las autoridades aseguraron que Fischer fue captado en imágenes de la cámara corporal de otro oficial quien estaba entre los que intentaban empujar a los manifestantes fuera del edificio del Capitolio.
Al día siguiente, según las autoridades, Fischer dijo en Facebook que había habido "una destrucción menor y algunas cosas fueron robadas", pero las cosas estaban "en un 98% en paz". La publicación también decía “empujamos a la policía unos 25 pies hacia atrás. Recibí una bola de pimienta y rociaron OC, pero era necesaria la entrada a la capital para enviar un mensaje de que nosotros, la gente, tenemos el poder real".
Las autoridades señalaron que Fischer dijo más tarde en Facebook que "puede que necesite un nuevo trabajo" pero que "no se arrepiente" porque ese puede ser "el precio que tengo que pagar para expresar mi libertad y las libertades con las que nací y por lo tanto me quitaron".
La Policía del municipio de North Cornwall dijo en un comunicado que Fischer había sido suspendido sin paga, ya que, si bien los ciudadanos tienen el derecho a la libertad de expresión, también deben ser responsables de sus acciones y que “los Estados Unidos de América son un gobierno de leyes que juramos elevar, apoyar, sostener."
"Ni el municipio ni ningún funcionario o empleado respalda, acepta ni condona ninguna supuesta participación en un delito contra los Estados Unidos de América ni ningún acto cometido por una persona que pueda haber violado ilegalmente el Capitolio de los Estados Unidos el seis de enero de 2021”, decía el comunicado.
