El fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, se unirá formalmente a la candidatura de a gobernador el miércoles, entrando en la carrera del 2022 meses después de dar a conocer sus intenciones y despejar efectivamente el campo de posibles rivales para la nominación demócrata.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 62 aquí.
Shapiro ofrecerá un discurso en Pittsburgh, según el director de comunicaciones de campaña Will Simons dijo a Prensa Asociada.
El funcionario, de 48 años, se considera un progresista tras dirigir una investigación prominente a nivel nacional sobre el abuso sexual de niños por parte del clero y que elevó su perfil político al rechazar el esfuerzo de Donald Trump por revertir su derrota en las elecciones presidenciales del año pasado.
Se desempeñó como representante estatal y presidente de la junta de comisionados del condado de Montgomery antes de ganar la elección como fiscal principal del estado en 2016 sin antecedentes policiales y poca experiencia práctica en tribunales.
Si obtiene la nominación demócrata, no está claro a quién se enfrentaría en las elecciones de otoño de 2022. El grupo creciente de candidatos republicanos, que buscan el visto bueno de su partido, incluye senadores estatales, líderes empresariales, un excongresista y otros.
Shapiro cuenta con una estrecha relación con el gobernador Tom Wolf.
Decisión Local
Demostró que fue un candidato que puedo recaudar fondos en dos exitosas postulaciones para un cargo en todo el estado. Tenía $ 2.7 millones en su cuenta de campaña a principios de 2021.
Fue reelegido por 4.5 puntos porcentuales contra un oponente con poco reconocimiento de nombre o efectivo de campaña. Después de asegurar su propia victoria, ayudó a liderar las relaciones públicas y la acusación legal, tanto en televisión como en acciones judiciales desde Pensilvania hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos, contra las afirmaciones infundadas de Trump y sus aliados de que los demócratas de alguna manera habían logrado la victoria en las elecciones presidenciales.
Esas afirmaciones sentaron las bases de lo que los republicanos ahora llaman una "investigación forense" sobre las elecciones de 2020, provocando una impugnación judicial de la oficina de Shapiro sobre las citaciones emitidas a los funcionarios electorales estatales por un comité senatorial.
Los funcionarios estatales del Partido Republicano acusan a Shapiro de utilizar la oficina del fiscal general para impulsar sus ambiciones políticas, particularmente en sus batallas legales contra Trump, y trataron de vincularlo con la creciente tasa de homicidios de Filadelfia.
Las gestiones de Sharipo son las siguientes:
- Reveló un informe de acusaciones de abuso sexual en el clero de Pensilvania.
- Su oficina acudió a los tribunales para desafiar las políticas de la administración Trump más de 40 veces.
- Ayudó a liderar a los fiscales generales estatales en las conversaciones de acuerdo con los grandes distribuidores farmacéuticos y los principales fabricantes de medicamentos sobre su responsabilidad por la crisis de adicción a los opioides en los Estados Unidos.
- Se postuló para fiscal general y prometió responsabilizar a los que llamó "frackers", aunque su historial de enfrentarse a la enorme industria de perforación de gas natural del estado es desigual.
- Su oficina emitió un informe del gran jurado criticando cómo se regula la perforación de gas y acusó penalmente a una empresa de perforación y a un desarrollador de gasoductos. Otro perforador se declaró inocente y pagó $150 mil en multas.
- Permitió que otra compañía de gas resolviera una demanda por regalías por $ 5.3 millones en restitución, una fracción de lo que los terratenientes dicen que fueron engañados, aunque obtuvo una promesa de pagos futuros más altos. También perdió una oferta en la corte para demandar a las empresas de exploración por motivos de protección al consumidor por sus prácticas de arrendamiento de derechos minerales.
- En general, evitó el tercer carril de la política de control de armas como un medio para combatir la violencia armada y, en cambio, ha redoblado los esfuerzos de su oficina para rastrear las armas utilizadas en delitos, disolver las redes de tráfico de armas y someter a las llamadas "armas fantasma" a regulaciones estatales.
Shapiro y su esposa, Lori, tienen cuatro hijos y viven en Abington Township, un suburbio de Filadelfia en el condado de Montgomery. Graduado de la Universidad de Rochester y Georgetown Law, trabajó como miembro del personal del Congreso antes de lanzar su propia carrera política en 2004.
