La tensión racial aparenta ir en aumento en una escuela al sur de Nueva Jersey después de que se reportaran, en solo una semana, mensajes de odio entre los estudiantes que terminó con una pelea en los pasillos.
Algunos padres y estudiantes aseguraron que Washington Township High School obtendría una mala calificación si fuera evaluada por cuestiones raciales.
La escuela de Sewell celebró una reunión de emergencia el jueves, en la que se congregaron unas 300 personas, para abordar las inquietudes de los padres y decidir cómo salir de ellas.
La ira por mensajes de texto en grupo con contenido racista que se propagaron a principios de esta semana terminó en una pelea en los pasillos de la escuela. Varios estudiantes fueron castigados por la pelea, cuyo video terminó siendo compartido en las redes sociales.
Los administradores dijeron que algunos niños estaban tomando el asunto en sus propias manos después de identificar a un compañero de clase que estaba texteando insultos raciales. Presuntamente, el estudiante hizo comentarios racistas insensibles y amenazó con traer al KKK, dijo la estudiante Amirah Collins.
Collins se unió a otros 100 estudiantes para participar en una protesta pacífica el jueves, sin asistir a clases.
"Me sentí ofendida y me dio náuseas que mi pueblo esté resultando en este tipo de comportamiento con tanta fuerza y tan abiertamente", dijo la estudiante Autumn Ellis.
EEUU
La escuela catalogó la situación como un llamado de atención, por lo que organizó la reunión.
"Felicito a los estudiantes que decidieron protestar pacíficamente y expresar sus preocupaciones a los líderes de la escuela", declaró por escrito el Superintendente de las escuelas de Washington Township, Joe Bollendorf. "Fue importante para nosotros permitirles a los estudiantes la capacidad de expresarse y sentir que sus preocupaciones se escuchan y se abordarán".
Hubo una mayor presencia de policías en la escuela secundaria ya que los rumores de otras amenazas de violencia eran infundados el jueves. A pesar de este aumento en la seguridad escolar, los padres seguían intranquilos.
"Mi hija no quiere regresar a esa escuela y este es su último año", dijo Sheri Johnson. "No me siento segura, no me siento cómoda, no puedo estar en mi trabajo nerviosa, pensando si va a estar bien”.
Nadie resultó herido de gravedad en la pelea y la Policía decidió no acusar a nadie. En cambio, la escuela suspendió a los estudiantes involucrados, tanto en la reyerta como en los textos que la provocaron.
“Los estudiantes involucrados en estos incidentes han sido tratados de manera rápida y enérgica", dijo Bollendorf. "Bajo ninguna circunstancia se tolerará el odio, el racismo, el fanatismo o la violencia en ninguna de nuestras escuelas".
La escuela se abrió sin incidentes el viernes por la mañana.
"Esperamos usar este incidente negativo, desafortunado e intolerable para desafiar a nuestros estudiantes y personal a abrazar y promover una cultura escolar que refleje mejor los valores de nuestro distrito y comunidad", dijo Bollendorf.
