Cargos a empleado de U-Haul por mortal explosión

En el estallido murieron Olga Galdernez, de 42 años, y su hija Jaylin Landaverry, de 17.

Casi cuatro años después de que una explosión de un camión de comida en Filadelfia cobrara las vidas de una mujer y su hija, un empleado de U-Haul en Pensilvania, enfrenta cargos.

Tanto la compañía U-Haul como Miguel Rivera, gerente general del establecimiento en Hunting Park, fueron acusados ​​el martes por violar las regulaciones de materiales peligrosos en relación con la explosión mortal.

Se trata de seis cargos en los que Rivera y a la empresa habrían violado las regulaciones del Departamento de Transporte de los Estados Unidos sobre clasificación, manejo y empaque de materiales peligrosos.

El presunto implicado llenó dos cilindros de propano el 29 de junio de 2014, según la acusación. El 1 de julio de 2015, uno de esos cilindros se encendió y explotó en la parte trasera del camión de comida La Parrillada Chapina, que estaba estacionado a lo largo de Wyoming Avenue, en la sección Feltonville de Filadelfia.

La explosión arropó toda la calle con una impresionante bola de fuego y provocó llamas cuyas chispas se extendieron hasta unos 95 pies.

El accidente alcanzó a Olga Galdernez, de 42 años, y su hija, Jaylin Landaverry, de 17. Ambas víctimas murieron semanas después. Otras nueve personas también resultaron heridas.

Rivera podría enfrentarse a 15 años de prisión, mientras que la Compañía U-Haul de Pensilvania podría obtener una sentencia máxima de cinco años de libertad condicional si es declarada culpable.

En una demanda presentada en nombre de la familia en junio de 2015 se alegaba que los tanques estaban viejos y dañados, y que el personal de U-Haul nunca debió haberlos rellenado.

Los gerentes generales de de la empresa matriz de U-Haul, Americo, y el diseñador de cocina de camiones de comida ERI Vending Cart también fueron incluidos en la demanda.

“Se trataba de un tanque que no debía haberse llenado", dijo el abogado Alan Feldman a nuestra cadena hermana NBC10. "Existen regulaciones federales específicas que las compañías como U-Haul deben observar".

Los tanques, que eran propiedad de Galdernez, contenían 100 libras de propano cada uno. Los rellenó regularmente con amigos en dos ubicaciones de U-Haul a lo largo de W. Allegheny Avenue y W. Hunting Park Avenue, según la demanda. Feldman dijo que ella, como muchos otros, no sabría cómo detectar un tanque de propano que no funcione.

El personal de U-Haul debe inspeccionar los tanques, asegurarse de que estén en buenas condiciones y asegurarse de que el diseño de la válvula sea actual. Esos chequeos no se hicieron, alegó la demanda. "Esto era, en todos los sentidos, un tanque viejo", dijo Feldman. "Esto no fue una fuga, esta fue una ruptura de todo el tanque".

En la estela de la explosión, el Ayuntamiento de Filadelfia comenzó a presionar para cambiar la ley estatal para permitir inspecciones locales de los tanques de propano de los camiones de alimentos.

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