La investigación sobre la explosión que cobró la vida de un padre, su hijo pequeño y un amigo en Allentown sigue avanzando, gracias a las pruebas que el Departamento de Alcohol, Tabaco y Armas examina en su laboratorio de Maryland y que estarían listas para este viernes.
Mientras esto ocurre, vecinos del sector se manifestaron estremecidos y solicitaron ayuda de las autoridades para reabrir las calles cerradas pro la emergencia.
“Que investiguen bien y quede todo claro”, dijo Elvira Reyes Soriano, quien vive cerca de la escena y escuchó la explosión del pasado sábado. ”Esto me dio dolor, pavor. Los niños no saben lo que pasa en el mundo”.
Agentes federales llevan cuatro días recopilando evidencia para determinar qué fue lo que provocó que el vehículo estallara, cobrando la vida de Jacob Schmoyer, su niño Jonathan, de dos años, y un amigo.
La abuela del joven padre, Kathleen Pond, cree que todo fue un accidente relacionado al auto, que ella presume estaba defectuoso, y rechazó la versión inicial de los investigadores de que el carro era el blanco del ataque.
“Creo que esto es un accidente y creo que está estrictamente relacionado con el auto”, sostuvo la mujer. “Era un padre muy amoroso, nunca habría expuesto a su hijo, de forma intencional, a ningún tipo de daño".
Por el momento se espera que las calles entre Turner, la séptima y octava sean reabiertas el jueves.
