“Los inmigrantes son bienvenidos a Filadelfia”. Con esas palabras el alcalde Jim Kenney reaccionó ante la fallida propuesta del presidente Donald Trump de enviar en autobuses a los indocumentados en la frontera sur a las ciudades santuario para que lidien con la situación.
La propuesta del mandatario fue denegada por el Departamento de Servicios Humanos, pero ciertamente dio mucho de qué hablar desde su develación.
“Nuestra ciudad es grandiosa por nuestras políticas de inmigración que afianzan la inclusión y la diversidad a través de nuestro espíritu”, destacó Kenney quien espera revalidar en la Alcaldía en las primarias del 21 de mayo.
“Mientras las propuestas de la administración Trump muestran desdén hacia la dignidad humana básica, nuestra ciudad estará preparada para recibir a estos inmigrantes como lo hemos hecho por décadas. Estoy ofendido, pero francamente no sorprendido, con las demostraciones del Presidente y su deseo de romper las leyes para mantener su base política”.
Según el Washington Post existen documentos donde la administración Trump y su albacea Stephen Miller presionaron al Departamento de Seguridad Nacional, que tiene jurisdicción sobre ICE, para enviar a los inmigrantes indocumentados a las ciudades santuario en un afán por presionar a la Cámara de representantes.
