Madre mexicana se acoge a santuario por miedo a los narcos

La matriarca será vigilada por ICE por medio de un grillete electrónico.

Carmela Hernández y sus cuatro hijos, oriundos de Guerrero, México, luchan por permanecer en Estados Unidos, tras dos años batallando su estatus migratorio.

La madre, quien emigró motivada por amenazas y extorción, asegura que perdió tres familiares a causa del narcotráfico en su país natal.

La mujer y sus vástagos, Fidel de 15 años, Keyri de 13, Yoseline de 11 y Edwin de 9, recurrieron a la Chruch of the Advocate en Filadelfia en busca de “santuario” con la ayuda de activistas pro inmigrantes. Los últimos dos años la familia residió en Vineland, Nueva Jersey.

Contra los cinco pesa una orden de deportación e incluso la matriarca tiene puesto un grillete electrónico, por lo que es monitoreada por los agentes de ICE. La única razón por la que ingresó al templo, aseguró, fue por la seguridad suya y de sus hijos.

“Sé que no va a ser fácil estar entre cuatro paredes. Me siento tranquila porque hay mucha paz aquí adentro”, dijo de primera instancia al tiempo que explicó que “si estoy allá afuera (el exterior) el ICE me mira y me van a deportar”.

Hernández reiteró que “fui extorsionada y amenazada en México, por eso salí huyendo con mis hijos”.

La portavoz del Movimiento Nuevo Santuario, que acompaño a Carmela y a sus retoños en el trayecto, sostuvo que “este es un caso de asilo y se identifica con la comunidad latinoamericana donde la gente entró al país (Estados Unidos) huyendo de la violencia”.

Sin embargo la madre mexicana no teme pasar días, meses o hasta años en la iglesia debido a que guarda la esperanza de que su estatus migratorio se resuelva y pueda quedarse en Estados Unidos. “Que sea un año o dos o meses, pues para mí está bien mientras tenga fuerzas para seguir adelante. Seguiré luchando por mis hijos”.

El grupo de activistas, miembros de la comunidad y otros curiosos recibieron a Carmela y a sus hijos en el templo en medio de canticos y oraciones. Algunos llevaron pancartas con frases en contra de la deportación y sobre todo de inclusión.

En octubre 2017 un padre mexicano, Javier Flores, salió de su “santuario” en la Iglesia Metodista de Arch Street en Filadelfia para luchar por su estatus migratorio. El inmigrante, quien había sido deportado varias ocasiones anteriores y hasta detenido en un centro, obtuvo un permiso para estar en la ciudad mientras se revisa su caso en las cortes de inmigración. Este proceso podría demorar de uno a dos años.

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