Acompañados por activistas comunitarios y líderes de Filadelfia, cuatro niños mexicanos, asilados en una iglesia local junto con su madre por temor a la deportación, acudieron el lunes a la escuela tras el encierro.
Se trata de la familia de Carmela Apolonia Hernández, oriundos de Guerrero, quienes se armaron de valor y sobre todo del apoyo comunitario para salir de Church of the Advocate en Filadelfia en vías de continuar con sus estudios.
La madre no dejó las paredes del templo porque el grillete electrónico que porta no se lo permite.
Los niños fueron identificados como Fidel de 15 años, Keyri de 13, Yoseline de 11 y Edwin de 9 quienes por los pasados años han vivido en Vineland, Nueva Jersey. Todos fueron escoltados hasta el plantel escolar.
Contra los cinco, incluída la madre, pesa una orden de deportación desde diciembre pasado por lo que ingresaron a la iglesia a manera de santuario por su seguridad y bajo consejo de los activistas de Nuevo Santuario.
“Son muchas las emociones porque no sé qué vaya a pasar, pero ellos desde que entraron a Estados Unidos han ido a la escuela y ahorita es la primera vez desde que nos dieron la orden de deportación”, destacó Hernández. La mujer agregó que “estoy confiada, porque tengo mucho apoyo y espero que sirva para que a mis niños no le pase nada”.
Comentó que le recalcó a sus retoños que “se mantengan fuertes y no se preocupen por nada. Si llegara a pasar algo el Movimiento Nuevo Santuario tiene un plan. Digo que ellos tienen derecho a estudiar, porque no van a hacer otra cosa”.
