Pensilvania

Nuevas acusaciones de abuso contra diócesis de Allentown

El presunto abuso al menor, quien servía de monaguillo, ocurrió entre el 2001 y 2002.

Las acusaciones contra curas pederastas católicos en Pensilvania no culminaron con la presentación de un informe de un gran jurado.

Una nueva instancia se dio a conocer el lunes y afecta la Diócesis de Allentown donde se estima que un sacerdote admitió acusaciones previas y continuó con un patrón de mala conducta al ser solapado, presuntamente, por sus superiores.

La demanda presentada surge como secuela del esfuerzo del fiscal general, Josh Shapiro, de que se elimine el estatuto de limitaciones para víctimas de abuso sexual.

La demanda hacia la arquidiócesis de Allentown denuncia el abuso sexual de un niño, quien ahora tiene 29 años, de parte del sacerdote Bruno Tucci entre el 2001 y 2002 cuando el menor fungía como monaguillo.

El abogado de la presunta víctima, Gerard Williams, dijo en conferencia de prensa que el cura habría admitido un ataque previo a las denuncias más recientes y que la iglesia envió al individuo a un centro de rehabilitación que supuestamente no estaba certificado para lidiar con pedófilos para luego retornar a la parroquia.

De hecho, la propia iglesia anunció el jueves pasado que compensará monetariamente a aquellas victimas que no cuenten con dinero para llevar sus casos o seguir con sus respectivas vidas. Hasta ahora se desconoce cómo funcionará este fondo ni quienes se beneficiarán.

Todo esto ocurre en el marco de la reunión de obispos católicos de Estados Unidos en Baltimore, Maryland. Los religiosos tienen como prioridad en su agenda discutir la avalancha de acusaciones que han surgido en contra del clero por varias décadas.

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