Un juez de Filadelfia revocó la fianza el viernes a Francisco Ortiz, el hombre de 29 años acusado de disparar a Yazeem Jenkins, de 11 meses, en el norte de Filadelfia el mes pasado.
La decisión surgió de una moción presentada por la Oficina del Fiscal de Distrito de Filadelfia, sobre un cargo de armas de julio, que no está relacionado con el tiroteo de Jenkins.
La fianza por el caso de armas se había reducido de $100,000 a $50,000, el pasado 30 de julio, según los registros judiciales. Ortiz pudo pagar la fianza ese mismo día, dijo el fiscal de distrito adjunto de Filadelfia, Jeff Hojnowski.
Menos de tres meses después, supuestamente, le disparó a Jenkins, que viajaba en un automóvil con su padre, según la Policía. Los investigadores creen que el padre de Jenkins era el objetivo.
Las autoridades también creen que Ortiz pudo haber sido la persona que suministró el AK-47 utilizado para matar a Nikolette Rivera, de dos años, en un incidente separado al día siguiente. Según los investigadores, ambos disparos parecen estar relacionados con las drogas.
El viernes, un juez cuestionó por qué la fianza de Ortiz se redujo debido a su violento historial criminal. Ortiz fue liberado a principios de este año después de cumplir 10 años de prisión. En cuestión de meses, fue arrestado nuevamente por cargos de armas.
"No puedo hablar de lo que han hecho", dijo Hojnowski, y agregó que un fiscal diferente manejó los casos anteriores de Ortiz.
EEUU
El abogado de Ortiz, Timothy Tarpey, dijo que revocar la fianza era "completamente innecesario" porque su cliente ya está detenido por cargos de intento de asesinato por el tiroteo de Jenkins.
Pero Hojnowski argumentó que Ortiz representa una seria amenaza para el público.
El 19 de octubre, Ortiz presuntamente disparó contra un automóvil que transportaba a Jenkins, su padre y otros pasajeros. Jenkins recibió cuatro impactos de bala: una en la cabeza, otra en el cuello y dos en las nalgas, dijo la Policía. Él permanece en estado crítico, según Hojnowski.
Al día siguiente, Rivera recibió un disparo en la cabeza mientras dormía en los brazos de su madre. La mujer y un contratista que trabajaba dentro de la casa también fueron alcanzados por disparos. Ninguno de los dos murió.
Según los investigadores, Ortiz supuestamente suministró el arma utilizada por Freddie Pérez y Tavon Thomas para matar a Rivera. Están acusados de asesinato, intento de asesinato y delitos relacionados.
Cinco minutos antes de que le dispararan a Rivera, hubo otro tiroteo a aproximadamente media milla de distancia. Nadie fue asesinado, pero la Policía encontró evidencia de que se usaron una pistola y un AK-47, según la comisionada interina de la Policía, Christine Coulter.
