Urgen acción inmediata en epicentro de drogas en Filadelfia

Según activistas comunitarios unas 200 personas viven en "The Tracks".

“Basta ya”. Con esa consigna representantes de Filadelfia, agencias federales y activistas comunitarios se comprometieron a lidiar con el problema de opioides que existe en la sección de Kensington y Fairhill.

Este espacio es catalogado por muchos como el epicentro de drogas en la ciudad que alberga no solo usuarios de narcóticos, sino los que se los venden y entre los más afectados figuran los que residen en la zona.

La idea es “salvar” a los vecinos del área, que según la concejal María Quiñones, viven encerrados por la problemática.

“El mayor reto es como utilizar los recursos limitados que tenemos. Para mí es importante que los esfuerzos se dediquen a la gente que vive en la zona y estoy preocupada porque la mayoría de los que vienen a utilizar drogas no son de allí”, sostuvo Quiñones no sin antes mencionar que se trata de “americanos de los suburbios y lo tenemos muy claro”.

La concejal instó a que se cree una alianza entre los condados aledaños a Filadelfia en un afán por dirigir los fondos disponibles a los residentes del área. De hecho, el alcalde Jim Kenney dijo en conferencia de prensa que cuenta con el apoyo del gobernador Tom Wolf y otras entidades federales.

La problemática de inquilinos en el lugar, ya sea bajo el puente, los rieles y el territorio propiedad de la empresa de transporte Conrail, no se circunscribe a los que provienen de condados contiguos, sino de personas que llegan de Puerto Rico, California y Nueva York reclutados por “falsos pastores” o sujetos que se hacen pasar por representantes de diversas religiones para cobrar los beneficios que ofrece la ciudad.

“Estamos en comunicación con senadores de Puerto Rico para evaluar qué es lo que está pasando allá y acá. Estos ‘pastores’ traen personas aquí para beneficiarse de los fondos que provee el gobierno y luego los tiran a la calle. Esto lo identificamos hace un tiempo ya, pero no es hasta la administración de Kenney que ha ganado importancia”, sostuvo el representante estatal Ángel Cruz.

El funcionario dijo que celebrará vistas públicas el próximo 11 de abril en la Alcaldía de Filadelfia para “escuchar” los testimonios de la comunidad y así idear un plan de acción. Sin embargo opinó que la raíz del problema está en la ley de bienestar o “welfare” y los requerimientos que se le solicita a los que sirven de representantes de las personas adictas a las drogas.

Asteria Vives, portavoz de Home Quarters entidad que trabaja con los adictos a drogas en la zona, expresó que entre esa comunidad, de al menos 200 individuos, existe más que nada “desconfianza”. “Ellos no saben en quien confiar. Lo hicieron hace un tiempo con algunos pastores que solo abusaron de ellos dejándolos sin nada, con la ropa que tienen puesta, entonces por más que quieran salir y recuperarse no pueden. No tienen nada y encima de todo la adicción”.

El alcalde Kenney por su parte urgió a la empresa Conrail a que limpie el área, conocida como “The Tracks” o “Los rieles”, donde se concentra la mayor parte del problema.

Dijo además que exigieron el refuerzo de una verja para que las personas no puedan hacer de ese espacio, recluido y fuera de la vista de todos, su casa. Denominó la iniciativa como “The Gurney Street Proyect”.

Conrail por su parte comunicó de manera escrita que “la Ciudad cortó todo tipo de diálogo y ha tomado un acercamiento adverso a las comunicaciones anteriores. Nosotros nos mantenemos trabajando con la comunidad y otras organizaciones para ofrecer soporte y esperanza ante una solución”.

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