El Papa Francisco se detuvo frente a la Catedral Basílica de San Pedro y San Pablo camino al Benjamin Franklin Parkway para bendecir las peticiones de cientos de miles de personas en la gruta de los nudos.
Se informó que la instalación de las cintas fue inspirada en la pintura favorita del Pontífice llamada “María, la que desata los nudos”, la cual simboliza la suavidad de las dificultades de la vida.
Los peregrinos fueron invitados a escribir sus peticiones y problemas para colocarlos en la gruta.
La pintura se encuentra en una iglesia de Augsburg, Alemania, donde el reverendo Jorge Mario Bergolio la vio mientras estudiaba a mitad de los años 80. El llevó copias a Argentina, donde se convirtió en recurso de devoción.
