Durante un discurso pronunciado en Wilkes Barre en Pensilvania, el presidente Donald Trump se reafirmó en que no descansará hasta se construya el muro en la frontera.
A pesar de que el mandatario fue enfático en su determinación, no habló sobre la separación de familias ni de los niños que aún siguen alejados de sus padres.
Trump fue recibido por simpatizantes durante el discurso en el que volvió a arremeter contra los indocumentados con feroces acusaciones.
“Están trayendo drogas, por eso necesitamos seguridad en la frontera”, dijo Trump, quien además atacó al programa de visas y criticó la práctica conocida como “Catch and Release”, en la que los inmigrantes arrestados en la frontera son puestos en libertad mientras esperan por su proceso legal.
En su discurso, Trump reafirmó su respaldo al candidato republicano al Senado, el Congresista estatal Lou Barletta, quien también se apoderó del podio para prometer que trabajaría para acabar con la inmigración indocumentada.
El presidente aprovechó la ocasión para acusar al Senador demócrata Bob Casey de ser defensor de la imigración ilegal y continuó con sus acostumbrados ataques hacia la prensa, señalando a los medios por la cobertura negativa que, según alega, recibe su administración.
Desde temprano, sus simpatizantes formaron una larga fila para entrar a la arena en Wilkes Barre para escuchar su discurso.
EEUU
El mandatario se encuentra haciendo campaña a candidatos republicanos en lugares cruciales para las elecciones de noviembre.
