Rita Portela

Violencia armada: “siempre pagan los inocentes”

Tres personas resultaron heridas de bala, una de ellas mientras esperaba en una parada de autobús.

En el aniversario de la muerte de su hijo, por una bala perdida, una madre hispana recuerda el terrible momento y la transformación que se ha generado en el sector de Kensington, Filadelfia donde reside.

Todo esto luego de que el miércoles en la mañana se registrara un tiroteo que dejó el saldo de tres heridos, una de las cuales era una persona que no tenía nada que ver en el altercado y estaba esperando en una parada de autobús.

“Siempre pagan los inocentes. Los que no tienen la culpa de los problemas siempre pagan. Eso no está bien”, dijo con voz entrecortada Wanda Dávila quien asegura que su vecindario está “demasiado violento”.

“Ya no tengo miedo, porque me mataron a mi hijo (frente a su casa), que me maten a mí no es nada”, agregó la mujer quien asegura está inmune ante los sonidos de balas “a cada rato” en la comunidad.

Explicó que “hay tiroteos por todos lados, muertes por todos lados. No puede la gente estar bien. Cada vez que oigo un tiro me tengo que levantar”.

Recordó que su hijo Richard Dávila perdió la vida frente a su casa hace tres años acribillado por una bala perdida. Su muerte fue el primer homicidio del 2016. ‘es triste y está mal. Fue mi hijo al que mataron”, apuntó.

Todo esto en el marco de la investigación de la triple balacera registrada en la cuadra 100 de East Wishart Street alrededor de las 10:00 a.m. a plena luz del día.

La Policía dijo que el caballero, de 27 años, fue transportado a Temple University Hospital en un vehículo privado. El individuo sostuvo una herida de bala en el rostro y fue admitido en condición estable.

Mientras que la dama, de 26 años, fue llevada al mismo centro médico pro las autoridades con balazos en la cadera derecha y el bíceps derecho. Fue admitida en condición estable.

“Necesitamos que haya más protección de la Policía. Necesitamos que estén pendientes porque no se pude vivir así”, sostuvo Dávila en medio de su dolor.

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