La Fiscal General de Pensilvania, Kathleen Kane, renunció el pasado martes a su cargo, a días de haber sido declarada culpable de filtrar archivos criminales secretos y mentir al respecto.
Su sustituto, el ex comisionado de Montgomery County, Bruce Castor, convocó a una conferencia de prensa de casi una hora para discutir el veredicto y la renuncia. Dijo que asumirá el cargo de Secretario de Justicia cuando Kane haga efectiva su dimisión.
Kane mostró poca emoción al escuchar el veredicto el lunes de parte de un jurado que la halló culpable de los nueve cargos que pesaban en su contra, incluyendo dos por delito grave de perjurio.
"He tenido el honor de servir al pueblo de Pensilvania y les deseo salud y seguridad", dijo Kane en un comunicado de dos párrafos emitido por su oficina martes por la tarde.
Después de escuchar los testimonios de sus ex empleados de confianza, en donde abundaba la intriga política y maquinaciones "a capa y espada", la jueza Wendy Demchick consideró que Kane, de 50 años, podría intentar fugarse por lo que le ordenó que entregara su pasaporte.
También la amenazó con la cárcel si toma represalias contra los ex ayudantes de confianza que declararon en su contra.
En un juicio que parecía ser llevado en contra de un integrante de la mafia, se presentaron pruebas que apuntaron a Kane en todo momento
Perjurio, que es el único delito grave en su contra, y puede conllevar hasta siete años de prisión. Los cargos por delitos menores incluyen conspiración, opresión oficial y falso testimonio.
Bruce Castor, de 54 años, es un fiscal veterano que ha manejado casos de alto perfil en los suburbios de Filadelfia, cargado de ambiciones políticas y quien surgió como una figura central en el caso de abuso sexual que se lleva contra Bill Cosby.
EEUU
Sin embargo, Castor no había recibido el martes apoyo de parte del gobernador demócrata Tom Wolf o sus superiores del estado.
