La muerte de una niña guatemalteca, tras haber estado en un centro de detención con su madre, avivó tristes recuerdos en madres hispanas y provocó que se levante un movimiento de acción para hacer valer los derechos de los inmigrantes.
La guatemalteca Yazmín Juárez, madre de la menor identificada solo como Mariee, de 18 meses, sostuvo que la pequeña falleció en el Hospital de Niños de Filadelfia seis semanas después de salir del centro de detención Dilley, en Texas, a donde la llevaron tras apresarla cruzando la frontera.
Antes de llegar a Filadelfia, la menor estuvo en un hospital en Edison, Nueva Jersey, y otro por la costa, fue trasladada a CHOP (Hospital de Niños de Filadelfia).
Tras darse a conocer este caso, una madre hondureña que quiso mantenerse bajo anonimato, dijo que cosas similares se dieron en el Centro de Berks en donde estuvo. “Había muchos niños allí vomitando sangre. La atención que tienen es malísima”, dijo.
La mujer aseguró que los servicios de salud en el lugar no eran los apropiados. “Ellos no saben realmente el porqué venimos a este país pidiendo ayuda, para que no nos pase algo en nuestro país. Yo no entiendo cómo ellos son capaces de no tener humanidad y corazón”, destacó.
Juárez y su hija fueron detenidos en Texas al cruzar el río grande al llegar de Guatemala según reseñó Vice News. La madre alegó que la niña se enfermó debido a la atención médica inadecuada del Centro de Detención en Dilley.
Según el informe, ambas fueron puestas en libertad y reubicadas en Nueva Jersey. La salud de la niña decayó y al ser transferida a varios hospitales falleció en este de Filadelfia.
EEUU
El abogado de inmigración David Bennion dijo que hay mucha responsabilidad que recae en ICE, al retener a las familias. “Hay muchas agencias y políticos que comparten la culpa de esta muerte, más que nada ICE porque ellos son los que están deteniendo a estas familias. La niña contrajo la enfermedad adentro del centro de detención por condiciones que no son sanas. La falta de salud, en mi opinión, es la causa”, dijo.
El caso está cobrando fuerza y hoy se realizará una manifestación en Nueva York con la que se busca exigir justicia para todas las familias afectadas. “Muchos de nuestros niños son afectados y victimizados y muertos porque no han recibido el tratamiento que necesitan”, dijo la manifestante Yarisa Méndez.
