Trump visitó la sinagoga donde ocurrió masacre

WASHINGTON - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania, visitaron el martes la sinagoga de Pittsburgh, Pensilvania, donde el pasado sábado murieron once personas en un tiroteo, mientras cientos de manifestantes denunciaban la reticencia del mandatario a condenar sin rodeos el supremacismo blanco.

Nada más aterrizar en Pittsburgh, Trump se desplazó a la sinagoga Congregación del Árbol de la Vida, en la que el supuesto autor del tiroteo, Rob Bowers, irrumpió el pasado día 27 durante una ceremonia y comenzó a disparar al grito de "matar a todos los judíos".

Además de su esposa, acompañaron a Trump su hija, Ivanka, y su yerno, Jared Kushner, que son judíos, junto al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, que profesa la misma fe.

Trump y sus familiares pasaron unos 20 minutos dentro y fuera de la sinagoga, donde conversaron con un rabino y depositaron una rosa blanca y una pequeña piedra sobre cada una de las once estrellas de David erigidas frente al templo, en memoria de las víctimas de la matanza.

El mandatario y su esposa entraron al vestíbulo de la sinagoga y encendieron allí velas en honor de las víctimas, pero no accedieron a todo el edificio porque aún se considera una escena del crimen y está acordonado por los investigadores.

Después, la familia Trump se desplazó al hospital presbiteriano de la Universidad de Pittsburgh, a donde fueron trasladados algunos de los heridos en el suceso.

Mientras, cientos de personas se congregaron en dos manifestaciones contra la visita de Trump a la ciudad, y sus gritos podían oírse desde las inmediaciones de la sinagoga en el momento de la visita del presidente.

Coreando "Váyase de Pittsburgh, váyase de Pensilvania", los manifestantes portaban carteles con lemas como "Las palabras importan", en referencia a lo que consideran un respaldo tácito del mandatario a los supremacistas blancos como el que atentó el sábado contra los fieles de la sinagoga.

Más de 70,000 personas de todo el país firmaron el martes una petición publicada en internet en la que pedían a Trump que no visitara Pittsburgh hasta que no rechace "completamente el supremacismo blanco".

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