Suicidio e inmigrantes: batalla por sobrepasar barreras culturales

Los factores de estrés en las jóvenes son aceptación, adaptación, reacción y aculturación, según el Dr. Andrés Pumariega.

La cultura, religión y lenguaje juegan un papel importante en el problema del suicidio entre los inmigrantes, según los expertos.

Y es que en algunos casos esta acción recae bajo los estándares sociales de pecado o cobardía. Son muchas las variantes por las que alguien opta por el suicidio, pero lo cierto es que el estigma está plasmado mayormente entre los hispanos.

La Dra. María Oquendo, Presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría, profesora y directora en la Escuela Perelman de Medicina en la Universidad de Pensilvania, aseguró que se desconoce el detonante principal para esta enfermedad. Sin embargo, ciertos individuos están más predispuestos por genética.

“Mucha gente piensa que el suicidio es una reacción a algo malo que le pasa a una persona, pero en realidad tiene bases biológicas bien definidas. Si bien alguien puede tener una vulnerabilidad a reaccionar a situaciones de su vida, ya sea un momento difícil o una depresión, sabemos que el suicidio tiene bases genéticas y corre en la familia”, explicó Oquendo.

La experta confesó que desde hace dos décadas se sabe que “en aquellas familias donde hubo suicidios, sus hijos tienen una tasa más elevada a cometer el acto. Es lo mismo que por ejemplo la hipertensión o diabetes, no es cien por cien que vayan a tener la vulnerabilidad, pero sí sube la probabilidad”.

Oquendo destacó que entre la población hispana, son las adolescentes las más vulnerables, según los estudios.

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“Sabemos que las adolescentes latinas presentan cierta vulnerabilidad a raíz de conflictos familiares por el choque cultural al que están expuestas. En varios casos en la casa le requieren una forma de comportarse más tradicional a la par con la cultura y afuera es muy diferente. Como todo adolescente quiere ser como el resto”.

De hecho, las que se van de la casa, ya sea porque se casaron a temprana edad, están estudiando o simplemente buscaron otro camino, también presentan la vulnerabilidad debido a que, en ocasiones, son maltratadas o están expuestas al maltrato.

Waleska Maldonado, del Departamento de Servicios Humanos de Filadelfia, quien también estuvo ligada a la labor social por la organización Congreso por muchos años, explicó que muchas de las adolescentes en busca de ayuda están afectadas por drogadicción, violencia doméstica o depresiones mayormente relacionadas al presupuesto que manejan.

“Muchas de las muchachas con las que trabajamos pudieron lograr confianza a base de terapia. Y son ellas mismas las que cuentan su experiencia, porque esa es una de las formas en las que funciona el tratamiento”, destacó Maldonado.

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Dijo además que el suicidio en estos casos “se convierte en un problema social y financiero”. “El dinero hace falta en muchos hogares, pero lo cierto es que si conocen dónde buscar ayuda la cosa mejora”, sostuvo.

Maldonado confía en que la salud mental de los inmigrantes, mayormente los hispanos, puede mejorar “si nos mantenemos comunicados”. Propuso que “está en nosotros, en estos puestos, en la prensa y en las víctimas hablar y crear una especie de red, de boca en boca, para que cuando esas muchachitas lleguen a este país por primera vez, sepan que tienen que hacer y a dónde ir”.

Las organizaciones que ofrecen servicios de salud mental, por su parte y según la experta, deben de hacer sentir al paciente “en confianza” y “ser confidenciales”. Esto no significa que se debe solapar el problema o mantenerlo en secreto, más si, tratarlo con respeto y la importancia que posee.

“La comunidad hispana en Filadelfia necesita ayuda y cada caso depende de sus respectivas circunstancias. Sabemos que en ocasiones las circunstancias empujan a las personas al suicidio, pero de igual forma son muchos los que quieren pelear y salir adelante. Sin embargo en ocasiones no saben o no entienden qué deben hacer por las barreras del lenguaje”, mencionó Maldonado.

Para Erika Almirón, activista y directora de la organización Juntos, el tema migratorio puede crear “desbalance” entre las personas que no cuentan con la debida documentación para estar en el país. “Con este tema de las redadas y los retenes muchos llegan a nosotros con traumas. Es algo difícil de explicar. Sabemos que los hijos de los detenidos, por ejemplo, sufren y están muy chicos para entender lo que está pasando”, comentó.

Relató que en sus visitas al Centro de Detención del Condado Berks ha escuchado a varios adolescentes con pensamientos suicida. “No es algo con lo que trabajamos, pero en la medida que podemos los referimos a centros que ofrecen salud mental a bajo costo o de forma gratuita”.

En el 2016 el Dr. Andrés Pumariega, Director de psiquiatría y especialista pediátrico en Cooper University Hospital, viajó con un grupo federal a varios centros de detención alrededor del país con el objetivo de recolectar información y ofrecer recomendaciones. Según él la mayor de todas fue “cerrar estos lugares”.

Explicó que no existen estadísticas concretas sobre ideaciones de suicidio en estos espacios, pero insistió que el sentir o al menos la ideación está latente entre los detenidos.

“Es una situación muy trágica de mujeres detenidas con sus hijos. Esas madres se sienten desesperadas, no saben qué va a pasar, aunque tengan familiares que las estén reclamando. A veces no tienen información y se sienten aisladas”, sostuvo Pumariega al explicar que “han pasado por un viaje que muchos de nosotros no sobreviviríamos. Viajan por todo México, cruzan la frontera, son abusadas, las despojan de dinero y hasta peor, que por suerte llegan vivas con los niños”.

El doctor enfatizó en que “estas mujeres tratan de poner la cara más fuerte, pero muchas piensan en suicidio y los niños también. Hay muchachos de los que hablamos en el reporte que hacían como que se iban a ahorcar con la identificación cuando fuimos a visitarlos”.

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TRATAMIENTOS Y AYUDA:

La luz al final del camino está en los acercamientos innovadores a la enfermedad o problema de salud mental. Según la Dra. Oquendo existe un nuevo protocolo “muy impactante” para tratar el suicidio.

Se trata de ‘safety planning’ o planificación de seguridad. “Es básicamente darle herramientas a la persona para poder lidiar con las emociones fuertes que experimenta. Van dándole paso a paso lo que puede hacer para sentirse mejor”, dijo no sin agregar que “el sistema trabaja con pasos sencillos tales como la distracción mediante correr, ir de compras o hasta ver una película”.

Otra forma de tratamiento es la terapia acompañada de la medicación. Según Ana Ortíz, psicologa clínica de Asociación de Puertorriqueños en Marcha, “la psicoterapia es como una escuela que en conjunto con el medicamento y destrezas de pensamientos positivos ayuda a las personas a cumplir con su meta, a continuar con su vida”.

Agregó que “la medicación es importante cuando desde el aspecto fisiológico de las emociones logramos estabilizar a las personas”.

Por otro lado, expresarse, buscar ayuda y relatar su historia es la cura por excelencia.

DATOS IMPORTANTES:

  • Los latinos son el grupo étnico de mayor crecimiento en Estados Unidos.
  • Actualmente se estima que hay 54 millones latinos en US incluyendo Puerto Rico. Eso representa un 18 por ciento de la población.
  • El suicidio es la décimosegunda causa de muerte entre los hispanos de todas las edades.
  • Las causas de suicidio en adolescentes (niñas) son económicas, culturales, abuso sexual, alcohol, drogas, depresión y homosexualidad.
  • Los jóvenes nacidos en Estados Unidos, de padres inmigrantes, están más predispuestos a pensar o cometer suicidio.

FACTORES DE ESTRES:

  • Aceptación
  • Adaptación
  • Reacción
  • Aculturación

Corrección: (Junio 13, 2017, 10:29 a.m.) En una versión anterior de esta nota se escribió incorrectamente el apellido de Pamela Monegro. Ella es Monegro, no Rosado.

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