Los propietarios de restaurantes de Nueva Jersey se preparan a toda prisa para la reanudación limitada de comidas en interiores, a pesar de que aún desconocen cuánto será la demanda y no cuentan con personal suficiente.
El restaurante Rainbow Diner de la costa de Nueva Jersey, cuyo propietario Bill Hrisafinis cambió su estrategia de servir comida al aire libre cuando inició la pandemia de COVID-19 para mantener el negocio a flote, ahora se apresura a prepararse para el cambio del viernes.
El gobernador Phil Murphy dio luz verde el lunes para que las comidas en el interiores no excedan el 25% de la capacidad.
Con el anuncio de la reapertura, muchos propietarios han debido acelerar sus gestiones para intentar contratar nuevos meseros en una semana, cuando muchos jóvenes ya han regresado a la escuela, hacer espacios de seis pies entre mesas y averiguar cuántas de ellas se pueden usar sin ir en contra de las pautas estatales.
También plantea un dilema más fundamental: tratar de adivinar cuánta comida y personal se necesitará cuando nadie sabe con certeza cuál será la demanda.
“Ha sido un infierno hasta ahora”, dijo Hrisafinis.
A principios de esta semana, él y su personal estaban midiendo las distancias de las mesas y el piso, tratando de decidir si usar grandes "X" de cinta adhesiva para indicar las mesas que no estarán en uso, o tratando de arrastrarlas a algún almacén.
Local
Nueva Jersey está superando a sus vecinas ciudades en la reapertura de interiores. Filadelfia está planeando volver a comer bajo techo el 8 de septiembre, también con restricciones como las de Nueva Jersey. La ciudad de Nueva York aún no ha reabierto en interiores.
Desde el apogeo del brote en Nueva Jersey, las tendencias se han movido en una dirección positiva. El porcentaje de personas que dan positivo en la prueba del virus, ronda el 2%. En abril, estaba por encima del 40%.
Muchas personas parecen ansiosas por volver a comer en el interiores.
Los nueve casinos de Atlantic City, que han estado operando al 25% de su capacidad desde principios de julio, han esperado con impaciencia la reanudación de las comidas en interiores después de tres meses de estar cerrados. Incluso cuando se les permitió reabrir, se prohibieron las comidas y bebidas en el interior.
Joe Lupo, presidente de Hard Rock de Atlantic City, reconoció los desafíos que enfrentan en estos tiempos.
“La apertura en un fin de semana festivo ajetreado, seguida de los meses de otoño más lentos mientras se continúa con el servicio al aire libre, presenta un desafío de personal en este momento”, dijo. "Superar este fin de semana es nuestra prioridad y buscamos ser flexibles a medida que avanzamos".
Mike Morin y su hermano Brian ganaron elogios generalizados en marzo cuando sacaron una línea de crédito de 50,000 dólares para asegurarse de que su pizzería Belmar pudiera cubrir su nómina durante el brote del virus.
Carlo Momo es dueño de Mediterra en Princeton y se preocupa por lo que sucederá una vez que haga demasiado frío para cenar al aire libre. En los cuatro restaurantes que posee, ha eliminado alrededor de 100 puestos de trabajo de 300 debido a la desaceleración.
"Debo decirles que el 25% no lo cubrirá si no tenemos esto", dijo sobre su área de comedor al aire libre.
