La Comisionada de la Policía de Filadelfia, Danielle Outlaw, y el alcalde Jim Kenney admitieron este jueves que el uso de gases lacrimógenos en las protestas que se realizaron en la autopista I-676 no fue precedido por actos violentos de parte de los manifestantes.
Outlaw y Kenney se disculparon con los manifestantes y el público, después de afirmar, inicialmente, que el uso de la fuerza por parte de la Policía se debió a la violencia de los manifestantes. No surgió evidencia del reclamo.
"Pido disculpas sinceramente a los manifestantes pacíficos que se encontraban en esa vía el 1 de junio, que simplemente, optaron por ejercer su derecho a denunciar la injusticia y el racismo institucional", dijo Kenney.
El ex diputado del Departamento de Policía de Filadelfia, Dennis Wilson, que era el comandante del incidente ese día, se adelantó y dijo que dio su autorización para usar gases lacrimógenos en función de lo que podía ver, pero que no solicitó la aprobación previa de Outlaw, como se le indicó.
Wilson será degradado voluntariamente al rango de inspector jefe.
"Por violar las reglas de compromiso y la confianza del comisionado, voy a tomar una degradación voluntaria", dijo.
Outlaw dijo que ahora habrá una moratoria sobre el uso de gases lacrimógenos para dispersar a las multitudes y que el único momento en que la Policía usará la táctica es cuando se enfrentan a un "individuo armado y peligroso".
Local
La revocación se produce solo unas horas después de que el Ayuntamiento votara para celebrar audiencias sobre la respuesta de la ciudad durante los días de protesta que en los que se reportaron saqueos y daños a la propiedad, pero también casos de violencia policial.
La concejal Helen Gym, quien presentó la idea de celebrar audiencias sobre el asunto, presentó un desglose del video del New York Times sobre la confrontación en la I-676, al que también se refirieron Kenney y Outlaw.
El video del incidente muestra a los oficiales violando la política del Departamento sobre el uso de spray de pimienta.
Gym también señaló el uso de spray de pimienta en otras áreas de la ciudad, donde algunos residentes que no protestaban terminaron siendo rociados también.
Una de esas áreas estaba cerca de la intersección de 52nd Street y Market Street, en el oeste de Filadelfia. Wilson dijo que obtuvo la aprobación de Outlaw para usar gases lacrimógenos en ese lugar.
Gym comparó la conducta violenta contra los manifestantes y las minorías, con la falta de fuerza policial contra los hombres blancos armados que amenazaron a los manifestantes y agredieron a un reportero, a pesar de que había agentes cerca.
“Hay demasiados espíritus rotos en nuestra ciudad y necesitamos un proceso de verdad y de reconciliación, que comience con un recuento completo de por qué las cosas se rompieron una vez que las personas se defendieron contra el racismo sistémico y la brutalidad policial", dijo Gym.
