Pensilvania ordenó a los proveedores de vacunas que trabajen con agencias que atienden a adultos mayores para ayudar a eliminar el atraso que hay entre personas de 65 años o más, que han pasado meses esperando su turno.
El estado ha acelerado su implementación general después de una serie de tropiezos en el inicio, pero solo el 35% de las personas mayores están completamente vacunadas contra el coronavirus, lo que coloca a Pensilvania cerca de la parte inferior a nivel nacional. Cientos de miles de adultos mayores aún deben vacunarse antes de que Pensilvania comience a ampliar la elegibilidad.
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“Seguimos escuchando de personas mayores y de personas con ciertas condiciones médicas que son elegibles para vacunarse… que todavía están luchando para inscribirse”, dijo la Secretaria de Salud interina Alison Beam.
Beam ordenó a los proveedores de vacunas que colaboraran con las agencias del área, así como con las organizaciones de atención administrada de Medicaid, que programen citas para las personas que las desean pero no pueden obtenerlas.
Además, los proveedores no pueden negarse a programar una cita para alguien que actualmente es elegible para recibir la vacuna, ni pueden anunciar que no hay citas disponibles, según la orden de Beam. Se supone que los proveedores bajo la jurisdicción del estado deben programar a todas las personas actualmente elegibles que soliciten una vacuna, incluidas las personas más jóvenes con afecciones médicas de alto riesgo, para el 31 de marzo.
El estado quiere terminar de vacunar a sus residentes más vulnerables “en poco tiempo para que podamos continuar en el camino de hacer que la vacuna esté disponible para todos los residentes de Pensilvania”, dijo Beam.
El presidente Joe Biden ha presionado para que los estados hagan que todos los adultos sean elegibles para ser vacunados antes del 1 de mayo.
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El impulso de Pensilvania para que las personas mayores se vacunen más rápidamente refleja la frustración generalizada entre ellos mientras intentan negociar el confuso y disperso sistema de registro del estado.
"Estamos recibiendo muchas llamadas de personas mayores muy desesperadas", dijo Holly Kyle, directora ejecutiva de la Union-Snyder Agency on Aging.
Kyle dijo que tiene una buena relación con los pocos proveedores de vacunas que prestan servicios en su área rural. Pero dijo que los colegas de otros condados rurales "ni siquiera pueden conseguir un asiento" porque la oferta es muy limitada y la demanda alta. Dijo que el pedido de Beam podría ayudar.
Jason Kavulich, director de la Agency on Aging del Condado de Lackawanna, dijo que las personas mayores que no han logrado conseguir una cita para la vacunación están experimentando "frustración, miedo y un poco de resentimiento".
"No hay nada más decepcionante cuando hablas con alguien a quien se supone que debes atender por teléfono y no tienes una buena respuesta para ellos", dijo.
El Departamento de Salud es responsable de distribuir la vacuna a aproximadamente dos millones de personas de 65 años o más. Hasta el 19 de marzo, alrededor de 1,3 millones de ellos habían recibido al menos una dosis. Filadelfia obtiene su asignación directamente del gobierno federal y tiene su propio programa de vacunas.
El gobernador Tom Wolf, quien ha estado promocionando la posición mejorada recientemente de Pensilvania en comparación con los esfuerzos de distribución de vacunas de otros estados, reconoció las críticas de que su administración no se ha movido lo suficientemente rápido para que esté disponible para los adultos mayores.
"Si soy uno de esos adultos mayores que no han sido vacunados, es absolutamente justo", dijo el jueves después de recorrer un centro de salud en Scranton.
“Dadas las limitaciones bajo las que operamos, la pregunta es la oferta que no está a la altura de la demanda, el hecho de que tenemos desafíos logísticos, ¿podríamos haber hecho un mejor trabajo? No lo creo", dijo Wolf. "Creo que estamos haciendo lo mejor que podemos".
Pensilvania está corriendo para vacunar a su población y los recuentos diarios de casos han aumentado más del 30% en las últimas dos semanas, mientras que las hospitalizaciones han comenzado a aumentar.
El estado pasó la marca de un millón de casos el jueves. Casi 25,000 personas en Pensilvania han muerto desde el comienzo de la pandemia.
