Madre e hija fueron condenadas el lunes a cadena perpetua por el asesinato de cinco parientes cercanos, incluidos tres niños, y ocurrido en las afueras de Filadelfia el año pasado.
Shana Decree, de 47 años, y Dominique Decree, de 21, fueron sentenciados en el Tribunal del Condado de Bucks después de declararse culpables y alegar discapacidad mental. Enfrentaron cinco cargos de asesinato en primer grado.
El juez Wallace Bateman les dijo a ambas que habían causado un daño "inimaginable", informó The Philadelphia Inquirer.
"Esto es horrible y trágico, porque creo que ustedes dos han expresado remordimiento", dijo Bateman el lunes cuando sentenció a las acusadas. “Desafortunadamente, eso no los trae de vuelta. No puedes decir 'lo siento' y esperar que las personas sigan adelante con sus vidas".
Ambas mujeres ofrecieron disculpas entre lágrimas al tribunal y a otros familiares en la sala del tribunal.
"Lo más difícil para mí es decidir a quién pedir perdón primero", dijo Shana Decree. "Para mi familia, lamento haberme llevado estas hermosas almas de una manera tan horrible".
Dominique Decree sollozó cuando dijo que sus acciones la perseguirán por el resto de su vida.
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"Lamento mucho todo lo que pasó, y realmente no entiendo por qué pasó", dijo.
Un asistente social de servicios para niños y jóvenes que fue al apartamento de Morrisville en febrero de 2019 encontró los cuerpos de los hijos de Shana Decree, Naa’Irah Smith, de 25 años, y Damon Decree Jr., de 13, ambos de Morrisville. La hermana de Shana Decree, Jamilla Campbell, de 42 años, de Trenton, Nueva Jersey; y las hijas gemelas de Campbell de nueve años, Imani y Erika Allen. Campbell había sido estrangulada y los demás habían sido asfixiados, dijo la oficina del forense.
La Policía dijo que las acusados fueron encontradas "desorientadas" dentro del apartamento, donde los muebles habían sido volcados, los paneles de yeso estaban rotos y los vidrios estaban alrededor. Las autoridades dijeron que más tarde dieron historias contradictorias de lo que había ocurrido, pero dijeron que todos en la unidad "querían morir".
El fiscal adjunto Christopher Rees dijo el lunes que los asesinatos se produjeron en el transcurso de tres días. Los psicólogos y psiquiatras designados por el tribunal concluyeron que ambqs acusadqs tenían una enfermedad mental grave, incluido el trastorno esquizoide de la personalidad, el trastorno depresivo mayor y el trastorno por estrés postraumático.
Ambas habían buscado tratamiento de salud mental y el abogado de Dominique, John Fioravanti Jr., dijo que su cliente comenzó desde los cinco años.
La abogada de Shana Decree, Christa Dunleavy, dijo que su cliente estaba aislada y delirante en el momento de los asesinatos, creyendo que "el mundo se estaba acabando y había demonios en su casa, y tenía que obedecerlos".
"Su familia trató de ayudarla", dijo Dunleavy, "pero los delirios eran demasiado fuertes".
Los abogados de ambas acusadas dijeron que sus clientes habían expresado horror y remordimiento tras los asesinatos.
El fiscal de distrito Matt Weintraub dijo en un comunicado que si no fuera por su "enfermedad mental grave", ambas acusadas se enfrentarían a la pena de muerte, sino que "pasarían el resto de sus vidas en celdas de prisión separadas del resto de nosotros".
