La Cámara de Representantes de Pensilvania votó el martes después de un tenso debate para aprobar un proyecto de ley que prohibiría a las niñas transgénero competir en deportes escolares femeninos.
Todos menos un republicano y cuatro demócratas votaron a favor de la propuesta de restringir los jugadores en equipos escolares K-12, deportes universitarios, intramuros y equipos de clubes patrocinados por entidades escolares a equipos masculinos o femeninos en función de sus órganos reproductivos, biología o genética al nacer.
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“Las identidades no juegan deportes, los cuerpos sí”, argumentó el principal patrocinador de la medida, la representante Barb Gleim, republicana de Cumberland. Ella dijo que permitir que las niñas transgénero participen en los deportes femeninos les da una “inmensa ventaja injusta” y les quita lugares a otras niñas en los equipos.
“Los deportes no se tratan de cómo nos vemos o el estereotipo o las identidades que adoptamos”, dijo Gleim.
El proyecto de ley, que pasó al Senado estatal para su consideración con una votación de 115-84, evitaría que los “estudiantes del sexo masculino” jueguen en equipos atléticos designados para mujeres o niñas. Proporcionaría una forma para que los estudiantes y las escuelas presenten demandas, incluso contra organizaciones deportivas.
“Este proyecto de ley demuestra una falta de empatía y, lamentablemente, un odio absoluto por ganar puntos políticos imaginarios”, dijo el representante Austin Davis de Allegheny County, uno de varios demócratas que se pronunciaron en contra. “Y a aquellos que formularon este plan de juego, rezo para que sus ojos se abran al daño que están haciendo”.
Una portavoz del gobernador demócrata Tom Wolf dijo el martes que si le llega el proyecto de ley, lo vetará.
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Gleim habló sobre la nadadora de la Universidad de Pensilvania, Lia Thomas, una mujer transgénero que recientemente ganó un título en el campeonato nacional femenino de la División I de la NCAA.
“El caso de Thomas nos muestra cómo un solo hombre biológico que compite en deportes femeninos puede diezmar a toda una liga”, dijo Gleim.
La NCAA tiene una política deporte por deporte que establece la participación transgénero por parte del organismo rector nacional de ese deporte, sujeto a revisión por parte de un comité de la NCAA. En Pensilvania, la Asociación Atlética Interescolar del estado deja las decisiones sobre los atletas transgénero en manos de los directores.
La representante Valerie Gaydos, republicana de Allegheny, dijo que permitir que las niñas transgénero participen en deportes femeninos “destruye la competencia justa, no la crea”.
“Como ex jugadora de lacrosse de la División III, no puedo imaginarme jugando contra hombres biológicos que son más grandes, más rápidos y más fuertes”, dijo Gaydos.
El representante Dan Frankel, D-Allegheny, quien durante mucho tiempo ha buscado sin éxito obtener la aprobación de una legislación que amplíe los derechos civiles de las personas LGBTQ, dijo que la investigación sugiere que el mejor enfoque es “dejar que los niños trans sean ellos mismos”.
“Nos dirigimos hacia una votación que resuelva una crisis hipotética que simplemente no se ha producido”, dijo Frankel.
