Un magistrado federal esta supuesto a decidir el destino de cientos de personas que conforman campamentos improvisados a lo largo del Benjamin Franklin Parkway y Ridge Avenue.
La intervención legal se sometió el pasado lunes cuando el cabildo le dio como fecha límite de estancia a los manifestantes, entre los que figuran indigentes, para el desalojo total de los terrenos invadidos.
El alcalde Jim Kenney ratificó el jueves que no busca confrontaciones entre los grupos, ni mucho menos utilizar la fuerza, pero que las condiciones de salud y violencia en dichos campamentos siguen en aumento y no pueden continuar”. De hecho, agregó que si el fallo judicial fuera a favor de los manifestantes buscaría la forma de ubicarlos en otras partes de Filadelfia.
Los campamentos improvisados datan de hace dos meses atrás avivados por los disturbios en contra del racismo en todo el país. Desde entonces han crecido en número de personas. Los que lo habitan cuentan con casetas y hasta primeros auxilios, pero las condiciones según otros son inseguras y se debaten entre “peleas y robos”.
El martes algunos de los que pernoctan a lo largo del Parkway entrenaron con tácticas de defensa en caso de que las autoridades acudieran a desalojarlos. El cabildo detuvo la remoción de estas personas tras conversaciones con los concejales.
