Nueva Jersey

Casinos invierten esperanzados en un futuro próspero

El último en invertir fue el Hard Rock, con $20 millones.

Telemundo

Con las restricciones impuestas a causa del COVID-19, no pareciera ser el mejor momento para que los casinos de Atlantic City gasten mucho en renovaciones, sin embargo, muchos de ellos lo están haciendo pues apuestan a un futuro pospandémico muy próspero.

El último en abrir la chequera corporativa es Hard Rock, cuyos portavoces anunciaron que se gastará $20 millones para renovar las suites del hotel, abrir una tienda Starbucks, comprar nuevas máquinas tragamonedas y juegos de mesa, agregar un nuevo restaurante y mejorar sus servicios frente al mar.

El anuncio se produce a pocas semanas de que el Ocean Casino Resort anunciara que gastará $15 millones en mejoras al piso del casino, así como en servicios al aire libre como piscinas, cabañas y la playa, y Harrah's inaugurara tres nuevos restaurantes, un nuevo spa y un bar en el vestíbulo renovado.

La empresa matriz de Harrah's, Caesars Entertainment, describió recientemente los detalles de los $400 millones que prometió a los reguladores de juego de Nueva Jersey que haría en sus tres casinos de Atlantic City (Caesars, Harrah's y Tropicana) durante las audiencias de cambio de propiedad del año pasado.

Y Bally's Corp. está invirtiendo $90 millones en el casino de Atlantic City del mismo nombre que adquirió de Caesars Entertainment el año pasado.

Ambas inversiones durarán tres años.

Hard Rock está abriendo su billetera menos de tres años después de gastar 500 millones de dólares para destruir el antiguo casino Trump Taj Mahal y convertirlo en un casino resort Hard Rock.

Y lo está haciendo en un mercado deprimido por las restricciones de COVID-19 y la duda de algunos jugadores y turistas respecto a su regreso a los casinos. Numerosas medidas de salud y seguridad se han implementado desde que reabrieron en julio pasado, incluida la limitación de la ocupación del piso del casino al 50%.

"Necesitamos revitalizar Atlantic City", dijo el presidente de Hard Rock, Joe Lupo. “Con la disminución de los ingresos, hay un número limitado de visitantes. Se ha vuelto más competitivo. Esas propiedades como Hard Rock que están en él a largo plazo, están invirtiendo su dinero ahora".

Para Hard Rock, la mayor parte de los $20 millones se destinará a renovaciones de 91 suites para huéspedes. Pero cada habitación de hotel en el complejo también tendrá nuevos televisores e iluminación.

También se realizarán mejoras de sonido en el Hard Rock Live del casino en las salas de conciertos Etess Arena y Sound Waves. Se renovará el espacio para reuniones y convenciones, al igual que la piscina cubierta.

El brote de coronavirus hizo que las ganancias cayeran más del 80% el año pasado en los nueve casinos de Atlantic City, y las cosas hubieran sido peores si no hubiera sido por el crecimiento continuo de los juegos de azar en Internet y una pequeña ayuda de las apuestas deportivas.

Pero el virus no durará para siempre, y cuando los clientes regresan en masa, los casinos quieren que vayan a sus instalaciones.

Según los cálculos de Lupo, hay tres compañías de casinos "nuevas" en Atlantic City: la suya, que abrió Hard Rock en junio de 2018; la próxima asociación al 50% en el casino Ocean de la familia Ilitch de Detroit (Ocean abrió el mismo día que Hard Rock); y el nuevo Caesars Entertainment, que mantuvo el nombre pero adoptó la administración del antiguo Eldorado Resorts en la fusión del año pasado.

“Con esta nueva inversión surge la necesidad de que nuestras empresas se aseguren de que su producto y la experiencia que ofrecen satisfaga las necesidades de las personas, especialmente en un momento en el que la ciudad ha estado decayendo desde que reabrimos en julio”, dijo. “Nos damos cuenta de que tenemos una oportunidad. El cambio constante les da a nuestros visitantes algo nuevo que esperar, y eso siempre ha sido importante en Atlantic City".

También hace efectiva la competencia en curso a su alrededor, desde los casinos en Pensilvania, Delaware, Nueva York y otros estados del noreste que habían estado devorando el mercado de Atlantic City incluso antes de la pandemia.

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