Filadelfia

Comerciantes en jaque ante actos de violencia armada: temen ganarse el pan diario

La racha de balaceras mortales en Filadelfia tiene a los bodegueros temerosos por su seguridad.

Telemundo

Ganarse el pan diario para varios comerciantes hispanos del sector de Mantua en Filadelfia resulta cuesta arriba por el derroche de violencia armada en la zona.

“Hemos tenido que cerrar la puerta aquí varias veces, por lo mismo”, dijo de primera instancia Gerardo Martínez, bodeguero.

Y es que la madrugada del pasado jueves, a pasos de distancia de su negocio, se desató una balacera que cobró una vida y dejó a otra persona herida de gravedad.

“Estamos en pánico porque nosotros, los que trabajamos por aquí, somos los que estamos viviendo lo que está pasando aquí. La juventud no estudia no hace nada”, dijo frustrado otro comerciante, Giarncarlo de la Cruz.  “Literalmente uno esta atrancado en este negocio, uno viene día a día a buscarse su dinero para mantener a su familia y viene con miedo, porque aquí no hay respeto”.

El trabajador fue más allá al comparar su sentir con el que probablemente se percibe de la uniformada. “Entonces si hay un policía al frente (del negocio) y ve un grupo. ¿Cuál es el deber de la autoridad? Al parecer las autoridades también tienen miedo. Eso es lo que pasa, entonces si ellos tienen miedo qué nos dejan a nosotros”.

Dos hombres fueron heridos de bala en el interior de un negocio en el sector de Mantua, Filadelfia. Los comerciantes de la zona aseguran que las autoridades tiene tanto o igual miedo que ellos al mantener sus negocios.

Ese panorama se repite una y otra vez en algunos vecindarios de Filadelfia más que en otros. En lo que va de año se han registrado 488 asesinatos.

“Por aquí la cosa no está nada bien. Esta gente no respeta mucho a las personas, se la pasan discutiendo por nada. Todo lo encuentran malo, el modo de vivir”, agregó Martínez.

“Yo vivo en la 53 y el mes pasado hubo un tiroteo que mataron a un muchacho y por poco nos dan a mí y a mi esposa las balas, porque estábamos sacando las cosas del carro”, relató Emmanuel López, un vecino de la zona.

“La Policía sabe lo que hay, pero tampoco pone control”, concluyó De la Cruz.

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