La crisis de salud provocada por el coronavirus en Filadelfia provocará un déficit de ingresos fiscales en el periodo 2020 y 2021, que se estima puede ir entre $344 millones (-4.0%) y $647 millones (- 7.5%).
Estos estimados surgen de un informe publicado por la Oficina del Contralor de la Ciudad, utilizando las proyecciones del plan financiero quinquenal FY21-FY25 y se proyecta que la economía pueda comenzar su recuperación para el año próximo.
"Sabemos que la crisis de COVID-19 está cambiando drásticamente la economía local y muchos habitantes de Filadelfia se preguntan cómo afectará esto a las finanzas de la ciudad", dijo la Controladora de la Ciudad Rebecca Rhynhart, mediante comunicación escrita. "Como reguladora financiera de la ciudad, mi objetivo es proporcionar la mayor transparencia posible sobre la situación que enfrentamos. Con tanta incertidumbre, es importante que tanto la ciudad como el público tengan la información que necesitan para tomar decisiones proactivas basadas en datos para planificar el futuro".
De acuerdo al informe presentado por la Contralora, tanto en el escenario moderado (-4.0%) como en el severo (-7.5%), se estiman posibles fluctuaciones a nivel de la industria en los ingresos tributarios para los principales impuestos de la ciudad. Se espera que cada impuesto se vea afectado de manera diferente, con los impactos más significativos al salario, el BIRT y los impuestos a las ventas debido a la actividad comercial limitada y al aumento del desempleo.
El impuesto salarial, por ejemplo, es la mayor fuente de ingresos fiscales de la ciudad. Con un número sin precedentes de pérdidas de empleos que afectan a los residentes de la ciudad, particularmente para los trabajadores de las industrias de restaurantes, ocio y hotelería y minoristas, las previsiones proyectan una gran disminución en los ingresos por impuestos salariales. Dado que muchas empresas se ven obligadas a cerrar temporalmente, también se espera que el impuesto sobre las ventas experimente una gran disminución en la recaudación de impuestos. Específicamente, se prevé que los ingresos por impuestos a las ventas de las industrias minorista y de restaurantes, que combinados constituyeron el 47 por ciento de los ingresos por impuestos a las ventas de la Ciudad en el año fiscal 2018, disminuyan entre 50 y 70 por ciento a corto plazo.
"Si bien está claro que la crisis actual tendrá un gran impacto en los ingresos fiscales de la ciudad, tanto en el escenario moderado como en el severo, anticipamos que la economía debería recuperarse en el año calendario 2021", agregó Rhynhart.
El análisis no incluye los costos relacionados con la respuesta de la Ciudad a la crisis de COVID-19 o el posible impacto de la ayuda estatal o federal, se dijo.
