Una poderosa pandilla que traficaba armas entre Pensilvania y Nueva Jersey fue desmantelada por las autoridades el lunes.
Se trató de una investigación multiagencial entre ambos estados, denominada ‘Operación Zombie’, por medio de la cual se pudieron decomisar 36 armas y más de 20 onzas de metanfetamina.
Una de las armas ocupada fue el AK-47 utilizado para matar a la pequeña Nikolette Rivera, de dos años, el pasado octubre en el sector de Kensington. El objetivo de esa balacera en específico fue el padre de la niña.
La investigación se llevó a cabo entre marzo del 2019 a enero 2020. La pandilla vendió alrededor de 16 armas en el área de Camden, incluyendo seis rifles de asalto, 10 pistolas y dos ristras de balas ilegales de máxima capacidad.
Según las autoridades otras 20 armas fueron recuperadas durante varios arrestos generados en ese periodo de tiempo. Entre éstas figuraron 10 pistolas, seis shotguns, tres rifles y una Uzi con variantes de magazines de municiones. En términos de drogas además de la metanfetamina se pudo incautar 60 paquetes de heroína, 80 plantas de marihuana y una pequeña cantidad de cocaína.
La Policía dijo que el cabecilla de la ganga era Roberto Crosley III, de 32 años y conocido en el bajo mundo como ‘Zombie’, así como su segundo en mando lo fue Matthew Zoba, de 38.
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La pesquisa establece que conseguían las armas al pagarle por debajo de la mesa a los suplidores de armas en Gun Shows en Pensilvania.
Otros cinco sospechosos son de Filadelfia. Entre ellos figuran Victoria Zipf, de 33 años, Michael Snider, de 44, y Yuri Lyubinski de 39.
Los presuntos implicados son inocentes hasta que se les pruebe lo contrario.
