Coronavirus

Empleados de licorerías en Pensilvania regresan a la carga, pero solo en línea

Así lo anunció la Junta de Control de Licores de Pensilvania.

AP

Los trabajadores de las clausuradas licorerías en Pensilvania, por orden del gobernador Tom Wolf, regresarán a sus labores, pero sólo para apoyar las ventas en línea.

El gobierno estatal autorizó la reapertura de 106 de las 600 tiendas, para operaciones digitales, no para las ventas minoristas públicas, dijo una portavoz de la Junta de Control de Licores de Pensilvania.

Los cierres de estas tiendas generaron muchísimas quejas, especialmente, porque el sistema de pedidos en línea del estado no ha podido satisfacer la demanda de los clientes, en un estado donde la Junta de Licores controla la mayoría de las ventas minoristas de alcohol fuerte.

Se informó que se llamó a los empleados y se espera que las tiendas abran la próxima semana.

El plan es requerir medidas mejoradas de saneamiento y distanciamiento social y limitar el número de empleados por ubicación, para ayudar a evitar la transmisión del coronavirus.

Wolf cerró las tiendas hace aproximadamente un mes.

Wendell Young IV, presidente del Local 1776 del United Food and Commercial Workers Union, que representa a unos 3,500 empleados dijo que deben asegurarse de que las tiendas estén listas primero y que el personal esté capacitado.

Antes de la crisis de COVID-19, las ventas en línea representaban solo una pequeña parte de las ventas anuales de $2.7 mil millones del sistema estatal de licores. La agencia también vende gran parte del vino que se consume en el estado.

A través de los centros de distribución en línea en Pittsburgh y los suburbios de Filadelfia, la agencia solo pudo completar alrededor de 9,600 pedidos a un valor de $2.1 millones, del 1 al 8 de abril.

Young dijo que la Junta de Licores también ha estado reconfigurando los 13 centros que administra en Pensilvania para cumplir con los pedidos de restaurantes. Estos no están abiertos al público, pero empaquetarán pedidos en línea para sentregar.

A los productores, cervecerías, bodegas y destilerías, y a las distribuidoras privadas de cerveza, se les ha permitido vender durante el cierre de negocios no esenciales.

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