La mera sospecha de que el presunto implicado en el asesinato de la trabajadora hispana, Christine Lugo tuviera que ver con otros crímenes en Filadelfia, tiene a una familia super inquieta.
Se trata de los allegados a los puertorriqueños Roy Cabán y Eric Flores, asesinados en enero pasado mientras laboraban en el establecimiento Al-Madinah Traders, en el sector de Germantown.
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Y es que este es uno de los casos en los que por la similitud de los actos está en la mira de las autoridades. Sin embargo, la conexión entre los delitos hasta el momento no ha sido confirmada.
“Chacha a mí me dio una cosa, como un susto y yo dije Dios mío”, destacó José Pabón, hermano de una de las víctimas. “Todas estas muertes estaban iguales, como le había pasado al hermano mío”.
Dijo además “que sea él, que sea esa persona, más nada le pido a Dios, porque esas son las oraciones que yo siempre hago en la mañana y en la noche. Son pa’ eso que consigan al que mató a mi hermano y a Eric, que consigan al que mató a todas esas personas inocentes también”.
El fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Krasner explicó que “tenemos razón para creer que él ya ha cometido más crímenes y ha disparado en contra más personas”.
Lo cierto es que el caso destapó una caja de pandora en las investigaciones citadinas debido al patrón de los sucesos.
De hecho, en Delaware donde se encuentra detenido el sospechoso, Keith Gibson, de 39 años, enfrenta cargos por robo y asesinato a mano armada. También investigan si estuvo relacionado con la muerte de otra trabajadora hispana, Leslie Ruiz Basilio en una tienda Metro by TMobile.
Andrés Jalón, abogado criminalista, dijo a TELEMUNDO 62 que “es un hombre que está enseñando su tendencia a ser violento y ahora tenemos esta violación de marzo. Le debieron haber puesto condiciones más restrictivas, un grillete”.
