Los restos de las víctimas del bombardeo MOVE, previamente considerados como destruidos a dirección del excomisionado de salud de Filadelfia, fueron supuestamente hallados intactos la tarde del viernes.
Según informó la ciudad la noche del viernes, la Oficina del Médico Forense informó haber hallado en un refrigerador de sus oficinas una caja titulada "MOVE" que al parecer contiene los restos, que previamente habían sido dados como destruidos a dirección del ahora excomisionado de salud, Thomas Farley, en el 2017.
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Ante el suceso, la ciudad le comunicó a la familia de las víctimas el viernes sobre la existencia de los restos, y se espera que los restos sean regresados a sus allegados.
"Me alivia que estos restos hayan sido encontrados y no destruidos, sin embargo, lamento mucho el dolor innecesario que esta terrible experiencia ha causado a la familia African", detalló la alcaldía en un comunicado el viernes.
La nueva información se hace pública a días de que la alcaldía informara sobre las intenciones de Farley, en el 2017, en deshacerse de los restos.
Según el alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, el excomisionado habría dirigió a otro funcionario a cremar los restos de las víctimas sin informar a la alcaldía.
"Sus acciones representaron una falta de empatía hacia las familias de las víctimas del bombardeo MOVE", detalló en un comunicado el Jim Kenney el jueves.
Ante las revelaciones, Farley presentó su renuncia como comisionado de salud el jueves.
Tras dimitir, Farley detalló que la caja de restos, descubierta en el 2017, "contenía huesos de presuntamente una o más personas", y que fue descartada luego de que asumiera que la investigación sobre su origen había concluido.
"Yo autoricé al Dr. Gulino a seguir este procedimiento y deshacerse de los huesos. Tomé esta decisión por mi cuenta, sin notificar ni consultar a nadie en la oficina del Director Gerente o la oficina del Alcalde, y asumo toda la responsabilidad por ello", dijo Farley en un comunicado emitido tras su renuncia.
El MOVE Bombing es considerado como uno de los momentos más infames de la historia moderna de Filadelfia, que se desataron cuando el alcalde de la ciudad en ese momento, Wilson Goode Sr., ordenó a la policía arrojar explosivos en un complejo de casas adosadas a lo largo de Osage Avenue en el oeste de Filadelfia durante un asedio.
Según datos, el atentado dejó a una manzana residencial en cenizas, donde murieron once personas sin vida, entre ellas cinco niños.
