Pensilvania

“Horrendo” patrón de tortura física y sexual: hispana habría abusado de niños por años

El patrón de tortura incluia quemaduras en el trasero, las caderas y los genitales, según la fiscalía de Delaware County.

Telemundo

Una joven hispana, de 19 años, enfrenta cargos criminales por presuntamente haber abusado sexual y físicamente de cuatro niños de siete a 13 años por espacio de dos años aproximados, según el fiscal de Delaware County, Pensilvania.

Se informó que Anaís Muñoz, de Chester City, fue encausada por poner en peligro a un niño, agresión indecente agravada, relaciones sexuales desviadas involuntarias, agresión sexual y delitos relacionados.

La chica se encuentra detenida en Nueva Jersey y se espera que sea extraditada a Pensilvania el 25 de enero 2023.

Según el fiscal, Jack Stollsteimer el patrón de abuso inició hace dos años, en el 2020, cuando la presunta implicada fue a vivir con las familias de los menores afectados.

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“Este caso es horroroso e involucra torturas físicas y mentales a las víctimas a su corta edad. Utilizando varias formas la acusada infligió dolor en estos menores ahogándolos con cables, pegándoles con un bate o quemándolos con una plancha. Por medio de estas tácticas de abuso la mujer logró control sobre sus víctimas para prevenir que hablaran de lo que estaba sucediendo y para proveerle a ella placeres sexuales”, destacó Stollsteimer por escrito.

Según el letrado la joven habría utilizado a los pequeños además para adquirir drogas en las calles de Chester. “Estos menores van a tener que lidiar con las cicatrices de este abuso por mucho tiempo. Lamentablemente no podemos revertir esta tragedia, pero haremos todo lo posible para que sobre la sospechosa caiga todo el peso de la ley”.

Las víctimas pasaron por un proceso de entrevistas con la uniformada y personal médico. Todos revelaron que la mujer habría utilizado numerosos objetos para infligirles dolor tales como un ‘lighter’, martillos, cables, navajas, secadora de cabello, computadoras y antorchas para quemarles el trasero, las caderas y los genitales.

Las dos víctimas mayores fueron sometidas a abuso sexual. Estas dos fueron las más afectadas, pero los más chiquitos estaban presentes durante los actos.

Al parecer las torturas ocurrían tarde en la noche cuando los padres de los menores estaban durmiendo. La presunta implicada amenazaba a los menores con que no le dijeran a nadie, especialmente a la madre.

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