Filadelfia

Kenney celebra que Filadelfia sea una “ciudad de bienvenida” para migrantes

El alcalde de Filadelfia hizo un recuento de sus logros a un año de culminar su mandato como líder de la ciudad del Amor Fraternal.

Telemundo

Si hay algo que enorgullece al alcalde Jim Kenney en los siete años que lleva a cargo de Filadelfia es que “la ciudad es y será vista como un lugar de bienvenida para los inmigrantes”.

El funcionario, a quien le resta un año de mandato, hizo una recapitulación de sus triunfos y derrotas en un aparte con TELEMUNDO 62 y la labor con los inmigrantes aseguró fue uno de sus aciertos.

“Lo que hicimos con los afganos y luego los ucranianos fue excepcional. Eso sin contar los autobuses que han enviado de Texas y Florida. Queremos a esas personas aquí. Necesitamos buscar la forma de que Washington les permita trabajar mientras laboran en su estatus migratorios”, destacó.

Kenney fue más allá al decir que “nos quejamos de que necesitamos mano de obra en muchas de las industrias, pero no les permitimos trabajar. Creo que el trabajo fortalece a las familias y se convierte en un insumo para los impuestos”.

Dijo que el tema le toca de una manera personal, porque “mi familia estuvo en esa posición, eran los que nadie quería porque no hablaban el idioma y nos decían que nos fuéramos. La pasaron mal, pero sobrepasaron todos los obstáculos”.

El alcalde destacó como uno de sus mayores aciertos el impuesto a las bebidas azucaradas o ‘Soda tax”. “Seamos honestos a nadie le gusta pagar impuestos adicionales, pero cuando las comunidades se benefician del mismo la cosa cambia”, sostuvo.

El programa subvenciona dos proyectos que Kenney espera que persista luego de su mandato: los preescolares y las remodelaciones de los centros recreativos en comunidades desventajadas.

“Hay cosas que me gustan de mi trabajo y hay cosas que no. Creo que el visitar los preescolares y ver a los niños teniendo la misma oportunidad que otros con educación primaria me llena de orgullo, me energiza. La ciudad (Filadelfia) está en un buen momento si es que se deja a un lado la crisis de violencia armada, peor a esos jóvenes de vecindarios desventajados o con escasos recursos hay que demostrarles que importan que no fueron olvidados y lo hemos hecho con los centros recreativos y las canchas y parques”.

Mencionó que uno de los mayores retos fue la pandemia del COVID-19, por lo que agradeció a sus trabajadores, a la ciudadanía y a los inversionistas por la colaboración en seguir las reglas de seguridad. “Un alcalde no puede hacer nada solo, se debe a su equipo y a la comunidad”, apuntó.

Queda sobre la mesa la crisis de violencia armada y espera que se siga invirtiendo en la Policía, así como en las organizaciones sin fines de lucro que “se lanzan a la calle a lidiar con los jóvenes, a tratar de educarlos o ayudarlos para que no porten armas porque sí”.

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