Decenas de manifestantes impulsaron el cierre de la transitada Interestatal 676 el domingo en la tarde para celebrar una protesta en contra del racismo en Filadelfia.
Tanto la I-76 como la I-95 fueron interrumpidas al tránsito, según las autoridades.
Entre los reclamos de los participantes figuraban el fin del racismo, la fuerza policial y la renuncia del alcalde Jim Kenney.
La multitud se alejó de la carretera y continuó marchando por Center City, por lo que la I-676 pudo ser reabierta más tarde.
La I-676 es la misma carretera donde la Policía de Filadelfia lanzó gases lacrimógenos a civiles y reporteros el 1 de junio pasado, durante protestas generalizadas luego de la muerte de George Floyd, quien murió en Minneapolis cuando un oficial de policía se arrodilló sobre su cuello.
Kenney y la comisionada de la Policía, Danielle Outlaw, admitieron su culpa y se disculparon por el uso de gases lacrimógenos ese día, en el que, se dijo, no hubo justificación para hacerlo.
La Policía también lanzó gases en medio de una protesta al oeste de Filadelfia, el 31 de mayo pasado, durante un día de saqueos. Sin embargo, algunos de los que sufrieron los efectos del gas ese día eran residentes del vecindario que no participaron en las protestas.
