Un parque de diversiones en Lehigh Valley, Pensilvania se transformó el martes en una clínica masiva de vacunas contra el coronavirus.
Se trató de Dorney Park cuyo estacionamiento fue habilitado para inmunizar a mil personas, entre los 75 años o más o con condiciones crónicas, al estilo servi-carro.
Las puertas abrieron desde tempranas horas el martes, pero el cupo no fue para todos los que estaban en la lista. Los que quedaron por inmunizarse serán contactados una vez sean disponibles los suministros.
“Todos están contentos, todos quieren la vacuna”, dijo una de las voluntarias de Lehigh Valley Health Network.
El portavoz del grupo, el doctor Marcelo Garceca explicó que el reto mayor han sido los suministros. “Si ha habido puntos de atoramiento y una de ellas es la distribución. Las vacunas que vienen se las ponemos a la gente”.
Todos los que fueron inmunizados el martes deberán regresar en un mes para la segunda dosis y los que no pudieron optar por el antídoto serán contactados cuando esté disponible el mismo.
“Pero creo que con el tiempo las cosas se van a resolver”, destacó el galeno de forma optimista ante el proceso.
