Con lágrimas en los ojos y con un gran dolor, los allegados de las víctimas fallecidas en el incendio de Fairmount relatan los duros momentos por los que están sufriendo.
"Mis hermanas, mis sobrinos y mis sobrinas se han ido, han fallecido, no volverán nunca", relató Jacuita Purifoy, familiar de las víctimas.
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Miesha Bryant, otra allegada, relató que entre los ocho niños fallecidos en el incendio radicó uno de sus sobrinos, Quintín Terrell Tate McDonald, de 16 años.
Con sus ojos llenos de lágrimas, un abrigo y abrazada por uno de sus familiares, Bryant recordó a su sobrino como un chico lindo, dulce y querido por su familia.
"Su papá está de luto por él, toda nuestra familia está quebrantada. Todo esto es una tragedia", recalcó.
En una vigilia, los familiares rindieron homenaje a los fallecidos y algunos resaltaron que esta tragedia pudo haber sido evitada.
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"Estoy muy enojado porque la ciudad debió haber tomado más precauciones", exigió un asistente.
Se informó que las alarmas de incendios dentro de la vivienda no estaban funcionando en el momento del incendio.
Según la Asociación Nacional de Protección Contra Incendios, el incendio del miércoles en Fairmount se convirtió en el quinto siniestro de edificio con más muertes en Estados Unidos desde 1980.
