La crisis de salud en Nueva Jersey sigue cobrando vidas, al menos unas 113 adicionales por el novel coronavirus el viernes, por lo que todas las banderas de dependencias gubernamentales se mantendrán a media asta.
Esto en señal de luto por “los perecidos”, según el gobernador Phil Murphy. “Esta es una de las mas grandes tragedias que ha impactado nuestro estado y la nación completa”.
El funcionario dijo que las medidas de distanciamiento social seguirán siendo reforzadas para poder aplanar la curva de contagios y evitar la propagación de la temible infección.
El total de fallecimientos en el Estado Jardín alcanzo el viernes los 646. “No es un panorama alentador, pero necesitamos de todos para poder acabar con el COVID-19”, destacó Murphy en su conferencia diaria de actualizaciones.
Entre los muertos figura un guitarrista de jazz, de 98 años, y un principal de una escuela intermedia, de 48 años.
Se registraron además 4,300 nuevos casos de coronavirus y al menos 29,895 arrojaron positivo a la prueba desde que se desato la pandemia.
Las autoridades de salud del estado, comandados por la comisionada Judith Persichilli, urgieron a los residentes a no congregarse para las próximas celebraciones de Pascua y Pascua Judía. “Sabemos que esto puede resultar ofensivo para algunos, pero es importante limitar los contactos de cara a cara durante las festividades religiosas”, apuntó.
De hecho hicieron un llamado a los sacerdotes, pastores u otros que profesan la fe a no hacer eventos multitudinarios en sus respectivos centros de reunión.
