Los esfuerzos por mitigar los contagios en Pensilvania ante la amenaza del coronavirus incluirán la extensión del cierre de comercios denominados como no esenciales, según el gobernador Tom Wolf.
Todas las barras y restaurantes, que ofrezcan el servicio de comida para recoger o enviar, podrán permanecer abiertos en horario limitado.
La idea es mantener baja las interacciones entre individuos y así evitar los contagios.
“No hay razón de tener miedo. Tenemos que tomar esta enfermedad en serio y evitar los contactos entre personas. Por ejemplo, si va a la farmacia a solicitar una medicina, hágalo, pero no se detenga en otros lugares en ese mismo viaje”, destaco Wolf.
El funcionario anticipo que los cierres continuarán y se extenderán posiblemente a mas de dos semanas como originalmente se había previsto.
“Las próximas semanas van a ser un reto, pero tenemos que tomarlo en serio porque nos toca a todos detener la propagación de este virus. Todos conocemos a alguien susceptible. Todos tenemos a alguien a quien queremos. Llámelos por teléfono. Las comunidades son importantes, es la única forma de salir adelante”, agrego Wolf.
La comisionada de salud Rachel Levine dijo que la cifra de contagios en Pensilvania ascendió a 76. Todos están hospitalizados o aislados bajo cuidado médico.
