Fiscales del estado de Pensilvania presentaron decenas de cargos criminales contra el desarrollador de un sistema de gasoductos de gas natural luego de que un jurado determinó que la compañía violó las leyes ambientales de Pensilvania al ensuciar vías fluviales y residenciales en distintas partes del estado.
El procurador general del estado, Josh Shapiro, anunció el extenso caso en una conferencia de prensa en Marsh Creek State Park, en Downingtown, donde detalló que Sunoco Pipeline LP derramó miles de galones de fluido de perforación el año pasado.
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El derrame, que ocurrió durante la construcción del problemático oleoducto Mariner East 2, contaminó humedales, un arroyo y parte de un lago de 535 acres.
Ante las acusaciones, la empresa Energy Transfer, propietaria de Sunoco, ahora enfrenta 48 cargos criminales, los cuales la mayoría son por liberar ilegalmente desechos industriales en 22 sitios ubicados en 11 condados en todo el estado. Y un cargo por delito grave que acusa al operador de no informar deliberadamente los derrames a los reguladores ambientales estatales.
En la conferencia de prensa, Shapiro indicó que Energy Transfer arruinó el agua potable de al menos 150 familias en todo el estado.
"La compañía fue acusada de comportamiento ilegal relacionado con la construcción del oleoducto Mariner East 2 que contaminó nuestros lagos, nuestros ríos y nuestros pozos de agua y puso en riesgo la seguridad de Pensilvania", alegó Shapiro en la conferencia.
Si es declarada culpable, la empresa solamente enfrentaría una multa monetaria, lo cual Shapiro calificó como "no sificiente debido a los que provocó el derrame".
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Ante ello, Shapiro hizo un llamado a los legisladores estatales para que endurezcan las sanciones a los infractores corporativos y acusó al Departamento de Protección Ambiental del estado de no haber realizado una supervisión adecuada de la empresa y construcción.
La administración del gobernador Tom Wolf, por su parte, también ha ignorado las persistentes llamadas para cancelar el proyecto de forma permanente.
El derrame ocurrió el pasado agosto de 2020, en Marsh Creek, y fue uno de una serie de episodios que ha afectado al gasoducto Mariner East desde que comenzó su construcción en 2017.
Los primeros informes apuntan a que el gasoducto derramó unos 8,100 galones, sin embargo, el gran jurado escuchó evidencia de que detalló que la pérdida real fue de casi 28,000 galones. Algunas partes del lago todavía están clausuradas.
“Este fue un incidente importante, pero comprenda que no fue aislado. Esto sucedió en toda la Commonwealth de Pensilvania ”, dijo Shapiro. Dijo que los derrames de fluido de perforación eran "frecuentes y dañinos y en gran parte no se informan".
El informe del gran jurado publicado el martes incluye el testimonio de numerosos residentes que dijeron que Energy Transfer ensució sus pozos de agua potable, luego negó su responsabilidad y se negó a ayudar.
Desde comienzos de la construcción, el desarrollador del gasoducto ha continuado acumulando violaciones civiles incluso cuando Mariner East se convirtió en uno de los proyectos más penalizados en la historia del estado.
Hasta la fecha, Energy Transfer ha pagado más de $ 16.4 millones en multas por contaminar vías fluviales y pozos de agua potable, incluida una multa de $ 12.6 millones en 2018 que fue una de las más grandes jamás impuestas por el Departamento de Protección Ambiental del estado. Los reguladores estatales han cerrado periódicamente la construcción.
Energy Transfer, con sede en Texas, también opera el oleoducto Dakota Access, que entró en servicio en 2017 después de meses de protestas de la tribu Standing Rock Sioux y otros durante su construcción.
