Policía de Filadelfia

Reporte devela falta de planificación ante protestas del verano

El supuesto informe detalla diversas ocaciones en donde la alcaldía, el departamento de policía, y de bomberos fueron incapaces de formular un plan adecuado.

Telemundo

Un nuevo reporte publicado el miércoles por la controladora de Filadelfia reveló una supuesta falta de preparación, por parte de los principales funcionarios citadinos, en cuanto al manejo de los disturbios del verano pasado.

“Esta falta de planificación tuvo consecuencias bastantes negativas ”, señaló el informe.

La controladora, Rebecca Rhynhart, dijo que la mayor parte de lo que salió mal en los días posteriores a las protestas de George Floyd fue a causa de la mala planificación y falta de personal por parte del gobierno local y la Policía de Filadelfia.

“La investigación descubrió una gran falta de planificación y de liderazgo entre los principales funcionarios de la ciudad, inclusive por parte del alcalde”, apuntó Rhynhart.

Algunas de las principales conclusiones del informe incluyen lo siguiente:

• La ciudad ignoró las estratégias para el manejo y la coordinación de protestas a gran escala, incluidas aquellas contra tiroteos entre agentes de policía.
• El comisionado de bomberos de la ciudad, que también se desempeñaba como jefe de la Oficina de Manejo de Emergencias, estaba fuera de la ciudad el día de la primera protesta, resultando que su papel en la planificación fuese limitado.
• La alcaldesa dejó la decisión de usar gas lacrimógeno en manos del comisionado de policía, quien, según el Contralor, se sentía cómodo usando la munición química dada su experiencia previa con ella en Portland. (El informe dice que en Filadelfia no se habían utilizado gases lacrimógenos para el control de multitudes o protestas desde el atentado de MOVE en 1985).
• El departamento carecía el personal y la capacidad para arrestar a los saqueadores, lo que permitió que el saqueo continuara sin fin durante horas.

Este es el segundo informe publicado donde se califica la respuesta policial, ante las protestas del verano que causaron destrozos y violencia en las calles, como inadecuada. El primero fue publicado a finales de diciembre a petición el alcalde y realizado por el despacho de abogados Montgomery McCracken Walker & Rhoads y la consultora CNA.

El reporte tardó cinco meses en ser formulado y fue realizado por el despacho de abogados Ballard Spahr junto con la consultora de seguridad AT-RISK International a solicitud de la controladora. El costo total de la pesquisa fue de $150 mil en fondos públicos.

Durante la investigación, la controladora descubrió que el 29 de mayo de 2020, cuando ya se habían desatado los violentos disturbios civiles en numerosas ciudades del país, la Policía de Filadelfia rechazó la ayuda de la Policía Estatal de Pensilvania para las protestas planificadas para el 30 de mayo.

Y a pesar de que el jefe de la Oficina de Manejo de Emergencias de la ciudad, Adam Thiel, tenía la autoridad para activar el Centro de Operaciones de Emergencia, dijo a los investigadores que pensaba que la responsabilidad debería estar en la policía.

El informe detalla que el alcalde también habría podido haber intervenido.

"Según la doctrina de gestión de emergencias de la Ciudad, el alcalde es el responsable en el peor de los casos ante cualquier respuesta de emergencia de la Ciudad", dice el informe. "Sin embargo, la investigación muestra que no ejerció el liderazgo que era necesario".

Sin embargo, no fue sino hasta las 7 a.m. del 30 de mayo, que la comisionada de policía, Danielle Outlaw, recibió el plan para las protestas. En ese momento, pensó que no había suficientes personas asignadas y pidió más refuerzos. También pidió que se activara el Centro de Operaciones de Emergencia.

Aún así, no existía un plan de contingencia en caso de disturbios o saqueos. Y no se envió ni patrulla montada ni agentes antirrobo, según el informe.

“Debido a que había escasez de agentes, la policía en la primera noche de saqueos no tuvo el personal adecuado para arrestar y transportar a los agresores, por lo que los saqueos continuaron por horas y varios días”, dijo Rhynhart.

Al día siguiente, según el informe, Outlaw le preguntó a Kenney sobre el uso de gas lacrimógeno. Keneny señaló que se oponía a ello, pero le dijo a Outlaw que "le daría esa autoridad si fuera absolutamente necesario".

La policía, sin embargo, arrojó gas lacrimógeno hasta Spruce Street, donde los algunos transeúntes fueron abrumados por los gases lacrimógenos dentro de sus propios hogares.

El informe ofrece más de una docena de recomendaciones, incluidas diversas capacitaciones sobre cómo responder a las protestas y los disturbios civiles. También pide mejorar la vigilancia comunitaria y tener un jefe independiente para la Oficina de Gestión de Emergencias.

“Al final, dependemos del alcalde para dirigir la ciudad y tomar decisiones, para proteger a nuestra gente”, recalcó Rhynhart.

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