En un afán por detener a las personas que no cumplen con las reglas durante la crisis de salud, el gobernador Phil Murphy redujo de 100 a 25 la cantidad de personas que se pueden congregar en interiores.
Esto incluye las fiestas en viviendas privadas y alquiladas en todo el Estado Jardín e incluso los restaurantes que se mantienen operando en interiores bajo la premisa de abrir las ventanas frontales.
“Nuestro promedio de transmisión de coronavirus se duplicó. Estamos promediando 1.48% y hace un mes estábamos en el 0.7%. Esto no puede continuar por las personas que creen que las reglas no le competen”, destacó el gobernador.
Citó los eventos multitudinarios de Middletown y Long Beach island, así como “los que no han sido noticia, pero se generaron y las personas se siguen contagiando”.
“No podemos ser más específicos en decir que las fiestas en interiores no son seguras y pueden convertirse en un foco de contagios. Vamos a tomar acción”, agregó Murphy al mencionar que la medida de reducción de personas en interiores no aplica a bodas, funerales y eventos religiosos o políticos amparados por la constitución.
Según Murphy las restricciones entraran en efecto hasta nuevo aviso o hasta que el promedio de transmisión se reduzca nuevamente.
También urgió a los propietarios de viviendas rentables, Air B&B, a que saquen de las ofertas sus residencias en vista de que algunas son catalogadas como “viviendas para fiestas” y siguen siendo rentadas con ese propósito.
Según Murphy las restricciones entrarán en efecto de inmediato y hasta nuevo aviso o hasta que el promedio de transmisión se reduzca nuevamente.
También urgió a los propietarios de viviendas rentables, Air B&B, a que saquen de las ofertas sus residencias en vista de que algunas son catalogadas como “viviendas para fiestas” y siguen siendo rentadas con ese propósito.
“Esto le dará un poco de sanidad mental a los residentes de esas zonas. Las acciones de terceros y de algunos irresponsables ponen en riesgo todo lo que hemos logrado. Por eso estamos retrocediendo en nuestras libertades. Por los pasados siete días estamos en una tendencia al aumento de contagios por coronavirus y no podemos permitir que sigua ascendiendo”.
Reiteró que “seguimos bajo una emergencia publica” y que el COVID-19 no ha sido controlado ni ha abandonado la región.
