El Senado de Pensilvania aprobó el miércoles por unanimidad una legislación para distribuir un poco más de $900 millones para ayudar a las escuelas y hoteles afectados por el coronavirus, así como a las personas que luchan por pagar el alquiler o las facturas de servicios públicos.
El proyecto de ley aún requiere la aprobación de la Cámara de Representantes del estado y del gobernador Tom Wolf.
La mayor parte de los $912 millones son ayuda federal aprobada por el Congreso en el paquete de recuperación del coronavirus del mes pasado.
De eso, $145 millones, es efectivo de reserva de un fondo de compensación para trabajadores que Wolf pidió a los legisladores el mes pasado que enviaran a las empresas más afectadas por la pandemia. El dinero estaría disponible a través de los condados en subvenciones de hasta 50,000 dólares para bares, restaurantes y hoteles.
La mayor parte del dinero, $570 millones, se dividiría entre los condados según la población para ayudar a las personas que luchan por pagar el alquiler o los servicios públicos. Los propietarios e inquilinos serían elegibles para presentar una solicitud.
El resto del dinero, $197 millones, se distribuiría a instituciones educativas que no recibieron un recorte de los $2.2 mil millones en ayuda federal para el coronavirus que las escuelas públicas y las escuelas autónomas están recibiendo en virtud del paquete federal de recuperación del coronavirus del mes pasado.
La mayor parte iría a escuelas privadas.
