SEPTA está sumida en un déficit presupuestario de $350 millones.
Así lo declaró la Autoridad de Transporte del Sureste de Pensilvania, en una proyección realizada para su año fiscal 2021 que termina en junio, ya que el COVID-19 aplasta sus ingresos y el apoyo del gobierno al sistema de tránsito se marchita.
SEPTA ahora está considerando recortar líneas de servicio, cerrar estaciones y aumentar las tarifas mientras lucha por cubrir la brecha en su presupuesto operativo, y podrían pasar años antes de que las cifras de pasajeros se acerquen a los niveles que se alcanzaban antes dela llegada de la pandemia.
Más de 20 millones de pasajeros viajaban en SEPTA cada mes antes de la pandemia, pero el número de pasajeros colapsó en la primavera cuando se advirtió a las personas que se debían quedar en sus hogares. El número de pasajeros en el séptimo sistema de tránsito más grande del país se desplomó cerca del 90% en abril y mayo, dejando los autobuses y vagones vacíos, pero costando a SEPTA por cada parada que tienen.
Para el año fiscal 2020, la autoridad de tránsito obtuvo $403,4 millones en ingresos, un 24% menos que los $527,8 millones proyectados. SEPTA ahora está perdiendo alrededor de un millón en ingresos al día, dijo la Gerente General de SEPTA, Leslie Richards.
“Estaríamos recaudando alrededor de $40 millones al mes, y tuvimos la suerte de recibir alrededor de cuatro millones este verano”, dijo Richards.
El número de pasajeros aumentó ligeramente a medida que algunas restricciones del área metropolitana de Filadelfia disminuyeron durante los últimos ocho meses y la gente regresó gradualmente al trabajo.
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Richard Burnfield, subdirector general de SEPTA, predice que se necesitará hasta finales de 2022 para acercarse a los niveles de pasajeros que había antes de la pandemia, o llegar al 80% o al 90% de los 20 millones de pasajeros al mes.
El COVID-19 también ha creado una reversión sin precedentes de la situación financiera de SEPTA: su presupuesto de capital es estable mientras que su presupuesto operativo está en peligro.
El financiamiento para el presupuesto operativo de $1.53 mil millones proviene de los ingresos por pasajeros y los subsidios estatales. Algunas agencias de tránsito toman fondos de su presupuesto de capital en caso de un déficit en el presupuesto operativo, pero esa práctica no está en las tarjetas de SEPTA.
"Nunca hemos hecho eso y no planeamos hacerlo", dijo Richards, y agregó que SEPTA se enorgullece de tener un presupuesto equilibrado.
El sistema de tránsito recibió $644 millones en fondos federales de la Ley CARES y ha gastado $149.6 millones para cubrir las brechas en los ingresos de los pasajeros hasta el 24 de octubre. SEPTA gasta alrededor de $30 millones al mes para retirar esos fondos, dijo Burnfield.
La Comisión de Pennsylvania Turnpike también avanzará con la provisión de fondos a PennDOT para el transporte público para el año fiscal 2021. Esos fondos ayudarán a asegurar el presupuesto de capital de SEPTA, que generalmente cambia de año en año, dijo Richards.
Agregando más motivos de preocupación, el financiamiento de la comisión no durará para siempre, ya que su pago anual de $450 millones a PennDOT, de los cuales SEPTA recibe $178 millones, se reducirá a solo $50 millones por año a partir del año fiscal 2022.
“Nos enfrentaremos a algunas decisiones realmente difíciles a partir del próximo año en cuanto a lo que estamos viendo en términos de cómo podemos continuar operando un servicio y qué cambios podemos hacer para continuar operando nuestro sistema con los recursos que tendremos disponibles”, dijo Burnfield.
Ahora todo está sobre la mesa, incluidos los aumentos de tarifas. La agencia de tránsito aprobó este año un programa de reestructuración de tarifas que aumentó ligeramente los precios de varios pases de tránsito, pero eliminó la controvertida tarifa de transferencia de un dólar, permitió que los niños menores de 12 años viajaran gratis y agregó un pase de tres días.
Richards, sin embargo, dijo que puede que no sea suficiente.
“No anticipo, en este momento, que esa será la respuesta para sacarnos del reto financiero en el que estamos, pero no estamos en un momento para decir que no vamos a buscar ciertas opciones”, dijo.
SEPTA también está evaluando si necesitaría cortar el servicio en algunas líneas y estaciones, pero esto también tiene grandes riesgos.
“Cuando reducimos o eliminamos cualquier tipo de servicio, la capacidad de traerlo de vuelta es extremadamente costosa y muy lenta”, dijo Richards. "No es como si pudieras encender un interruptor y reducir el servicio de la agencia de tránsito, ni tampoco puedes volver a encenderlo y reiniciarlo".
SEPTA no es la única que ve una caída en el número de pasajeros y los ingresos. En otras ciudades, como Boston, la situación es similar. Pero la diferencia entre SEPTA y sus sistemas de tránsito hermanos es que no tiene el presupuesto de sus pares, dijo Richards, quien también lamentó las discrepancias en el financiamiento de SEPTA en comparación con otros sistemas de transporte público desde el comienzo de su mandato en enero de 2020.
El presupuesto de capital de SEPTA para el año fiscal 2021 se establece en un total de $640.22 millones. A modo de comparación, el presupuesto de capital de 2021 para el metro de Washington, D.C. totaliza $1.8 mil millones. El MBTA de Boston tendrá un presupuesto de capital de $1,750 millones en 2021.
"Estamos tratando de ponernos al día aquí, pero el problema es que realmente no puedes ponerte al día cuando estás por debajo del presupuesto todos los años", dijo Richards.
