Amigos y familiares de Thomas Siderio, de 12 años, se reunieron el miércoles para rendirle homenaje luego de ser baleado mortalmente por la policía a principios de marzo.
"Sigo perdida y muy confundida de lo que ocurrió", relató Erica Smith, la tutora de Siderio. "Siento que le fallé pero reconozco que intentamos amarlo y mantenerlo seguro", agregó.
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Siderio murió el primero de marzo, cuando unos policías encubierto le dispararon tras una breve persecución en la esquina noreste de 18th Street, al sur de la ciudad.
Tras el incidente, los uniformados involucrados alegaron que el menor disparó primero contra ellos, pero el asistente de la comisionada, Ben Naish, dijo que hasta el momento se desconoce si el menor disparó previo a recibir un balazo por la policía en la espalda.
Además, un reporte del diario Philadelphia Inquirer alega que el menor ya había tirado su arma antes de que los policías abrieran fuego contra él.
A causa de la investigación y lo que ha logrado hallar la policía, la comisionada Danielle Outlaw reveló esta semana que el oficial que disparó contra el menor será suspendido previo a su despido.
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Pero la acción de Outlaw no ha detenido los llamados de justicia de la familia del menor, por lo que su madre y su padre han decidido levantar una demanda contra la policía.
"Los casquillos de bala estaban muy cerca del cuerpo de TJ", explicó Andrew Duffy, el abogado de la madre. "Esto sugiere que el policía disparó a quemarropa".
Los abogados de la familia alegan que la muerte de Siderio fue un caso de brutalidad policial, acusaciones que la Policía de Filadelfia continúa investigando.
